Tras diez años de trabajo, la vacuna contra el Virus Respiratorio Sincicial (VRS) desarrollada por el profesor titular de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica (UC) y director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), Dr. Alexis Kalergis, está ad portas de iniciar pruebas en humanos, sólo a la espera de reunir los US$ 6 millones que son necesarios para llevar a cabo la última fase previa a la comercialización.
Se trata de un antídoto pionero en el mundo, el cual podría ser la solución a una de las afecciones que provoca una de las mayores tasas de hospitalización y morbilidad de menores de dos años, y para cuyo tratamiento sólo el Estado chileno gasta cerca de $ 10 mil millones al año.
Kalergis adelanta que una vez que obtengan los recursos empezarán las pruebas, pues ya tienen las dosis certificadas por la Food and Drug Administration (FDA) de EEUU para su uso en humanos, tras haber realizado exitosas pruebas con animales, las cuales han sido publicadas en revistas de alto impacto como la de la Academia de Ciencias de EEUU. Éstas podrían tardar tres a cuatro años.
La vacuna ya cuenta con patentes concedidas en Chile, EEUU, Europa y recientemente en China, lista a la que se suma una solicitud en trámite en India y a la que se podrían agregar países de África. «Lo de China ha sido una excelente noticia. Se trata de uno de los mercados más grandes del planeta y además tiene la particularidad de que es muy susceptible a enfermedades respiratorias infecciosas, por lo que nuestra vacuna sería muy valorada por el sistema de salud de ese país», afirma.
Por ello, ya están trabajando con la Dirección de Transferencia y Desarrollo (DTD) de la UC y con el estudio de abogados Clarke, Modet & Co para evaluar oportunidades comerciales en ese mercado, pues si bien China se acoge a las normativas de la FDA de EEUU, también tiene ciertas particularidades que podrían influir en el licenciamiento del producto.
Por último, el científico señala que buscan sensibilizar «al Ministerio de Salud y a otros entes públicos para que se comprometan con el financiamiento necesario para realizar las pruebas en humanos, ya que el VRS es una enfermedad de interés estratégico dado su alto nivel de impacto en la sociedad», explica, señalando que también están abiertos a asociarse con farmacéuticas o trabajar con inversionistas privados.
Fuente: Diario Financiero
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