La enfermedad llamada agalla del cuello o de la corona, producida por la bacteria patógena Agrobacterium tumefaciens, afecta principalmente a diversas plantas de vivero y a frutales establecidos como almendros, ciruelos, damascos, arándanos, cerezos y nogales, entre otros, generando importantes pérdidas a los agricultores ya que los árboles enfermos van disminuyendo su productividad hasta el punto que hay que arrancarlos, por no ser económicamente viables.
La agalla del cuello es muy abundante en suelos chilenos, pudiendo sobrevivir durante varios años como organismo saprófito, es decir, alimentándose de materiales en descomposición. Ataca a las plantas a través de heridas en raíces y corona, provocadas por labores agrícolas o por ataques de nematodos e insectos del suelo.
De acuerdo a cifras del Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), se estima que en Chile hay 297.000 hectáreas plantadas con frutales en el país.
Para prevenir esta plaga, la empresa nacional Biogram desarrolló hace ya 10 años un controlador biológico, de carácter preventivo, cuyo principio activo es también una bacteria, la cepa K84 de Agrobacterium radiobacter, la que neutraliza el ataque de A. tumefaciens. Esta bacteria es de origen australiano, y es la única no modificada genéticamente con la que ha sido demostrado su efecto como preventivo del patógeno A. tumefasciens.
El producto, llamado Biobacter 84G®, es uno de los pocos existentes a nivel mundial, que contiene esta bacteria, ya que sólo hay otros tres países que generan formulados similares: Estados Unidos, Holanda y Australia.
“Se aplica sumergiendo las raíces en una suspensión de Biobacter 84G en agua. Nuestro producto se ha aplicado en los últimos 10 años a más o menos 31 millones de plantas, en vivero y huerto. En todo este período, no hemos sabido de brotes de agalla del cuello en plantas inoculadas”, señala el gerente comercial de Biogram, Pedro Miranda.
Detalla el ejecutivo que no hay en el mundo un tratamiento químico o de cualquier otra índole para neutralizar esta plaga, y que Biobacter 84G es en el país el único producto con registro de biopesticida otorgado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para controlarla.
Miranda resalta que para mantener la efectividad del producto, renuevan la cepa madre a lo menos una vez al año, importándola de ceparios oficiales de Estados Unidos y Europa. La pureza, autenticidad y vigencia de la cepa es una ventaja competitiva que tiene Biogram, al igual que la experiencia de más de tres décadas en el manejo de este biocontrolador.
Eso explica, detalla, el fuerte incremento en las ventas del producto en el mercado local. El año pasado el número de unidades comercializadas aumentó en 41% respecto de 2013.
Además, la empresa está en avanzadas negociaciones para exportarlo a Perú y también ha recibido solicitudes de México, España, Colombia.
Por Camilo Bravo
Fuente: www.mundoagro.cl
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