Pensado como solución principalmente para la industria frutícola nacional, que representa el 31% del total de las exportaciones totales, Shel-Life extiende la vida útil de frutos y especies florales de manera importante, manteniendo su brillo, forma, aroma y color mediante la aspersión de un compuesto natural y comestible.
Para muestra, un botón: al cabo de un mes, una manzana rociada con este novedoso producto pierde apenas el 1% de su composición original en comparación con el 10% de otra igual que no recibió Shel –Life, un producto desarrollado por la empresa Poly Natural. Y, en pruebas con otros productos, los resultados son similares, lo que abre la puerta a una nueva era en la comercialización de productos frutícolas nacionales.
Según cuenta a Innovación.cl el creador de este desarrollo, Francisco Palma, Shel-Life se trata de una especie de segunda piel natural que se rocía sobre las frutas, solución que refuerza la cubierta de estas, de tal manera de reducir la pérdida de gases que participan en el proceso de deterioro de las frutas (CO2, O2 y etileno). “Gracias a esta creación estamos en condiciones de tener frutas con aroma y sabor más intensos externa e internamente. Shel-Life está compuesto por extractos naturales extraídos de frutas y que poseen un comprobado efecto controlando cierto tipo de microorganismos”, explica.
Francisco revela que cuando Shel-Life entre al mercado, en los próximos meses, tendremos una fruta con un aspecto mucho más natural que la que existe en la actualidad. Con un aspecto similar al que tenía en su origen, cuando fue extraída. “Eso es lo que verán los consumidores en los puntos de venta. Estaremos frente a un producto que tiene mayor brillo, lo que hace que el producto sea mucho más atractivo para la gente”, avizora. Y agrega que los beneficios están por todos lados: revalorización de deshechos agro-industriales, reducción en costos de producción, mayor vida útil, mejores atributos sensoriales, menor carga microbiana y la particularidad que la película que se esparce sobre los frutos y flores carece de sabor y olor.
Shel-Life se aplica utilizando un mecanismo de aspersión, como cualquier rociador y está pensado para la industria frutícola que exporta sus productos y que tiene dentro de sus procesos líneas de packing o de embalaje. “Es ahí donde nosotros estamos buscando entrar con el producto”, señala Francisco. Además, el creador de Shel-Life explica que, al tratarse de un producto natural y orgánico, estamos ante una iniciativa muy bien vista en los países desarrollados, que tienen altos estándares y son muy exigentes en la materia, como en Estados Unidos o Europa. Agrega que no hay alteraciones en el sabor y que la fruta potencia su sabor, además de mantener el sabor y aroma gracias a la misma capa proyectora del producto.
INNOVACIÓN SALIDA DE UN DOCTORADO
El desarrollo de esta innovación alimentaria es fruto del trabajo de Francisco – Bioquímico y PHDC en Ciencias de la Ingeniería- durante el doctorado que cursa en la Universidad Católica. “El trabajo doctoral relacionado con un película comestible, me dio la base y conocimientos para llevar adelante este desarrollo que hoy me permite emprender”, revela.
Tras ganar el Ají Challenge, los encargados de este producto están abocados a levantar recursos para iniciar la fase de comercialización de Shel-Life. Están en proceso para ser incubados en IncubaUC, UDD Ventures e Innova BioBio, mientras también buscan apoyo en Corfo y Sercotec. Por lo pronto, su creador partió a Rotterdam, Holanda, para presentar el proyecto en Encuentros 2015 instancia organizada por chilenos que viven en el extranjero, donde buscarán encontrar apoyo para el desarrollo de esta innovación.
Asimismo, para el próximo año tiene listas presentaciones en Estados Unidos: en Boston y en el MIT, donde buscarán encontrar socios estratégicos y nuevos clientes. Todo, a la espera que los consumidores en Chile, en los próximos meses, puedan disfrutar de la fruta larga-vida de Shel-Life.
Fuente: www.innovacion.cl
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