En un mundo con graves problemas que nos afectan de manera global, como son la contaminación, la generación de residuos industriales, la reutilización de recursos no renovables, entre otros; se hace cada vez más necesario fomentar la participación de actores emergentes que puedan aportar a la solución de innovaciones relacionadas esencialmente a procesos y metodologías en favor de la economía circular y del medio ambiente. ¿Pero cómo evitar que muchas de éstas invenciones, potencialmente valiosas y de alto impacto, no puedan ser utilizadas por quedar fuera de la protección en el marco actual del sistema de patentes?
Este es el desafío que se plantea PhD. Rodrigo L. Ortiz O., miembro de la Escuela Latinoamericana de Propiedad Intelectual – ELAPI, socio de la compañía Vaip y Director de la comunidad Redbionova, quien el pasado mes de octubre de 2022, en el marco de la trigésima cuarta sesión del Comité permanente sobre el derecho de patentes de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, OMPI, se dirigió a la Asamblea con una visión al respecto.
En la oportunidad, destacó que «el sistema de patentes es una de las herramientas ampliamente utilizadas para la protección de activos intangibles en la industria, abarcando así desde sistemas, procesos, metodologías, usos y dispositivos, mediante herramientas específicas de protección; en donde los requisitos de patentabilidad son excluyentes dependiendo de cada herramienta, siendo la mas completa de todas, la Patente de Invención». Sin embargo, señaló en ELAPI han observado que «muchas de las innovaciones y tecnologías mejoradas enfocadas a resolver problemas existentes en la industria, como: la reducción de residuos, reciclaje, reutilización de productos elaborados y/o reducción de elementos contaminantes en la producción industrial, corresponden principalmente a «Procesos mejorados» que si bien pueden ser novedosas total o parcialmente en el campo técnico, pudieran no ser considerados necesariamente inventivos del todo, y aún así permitirían solucionar problemas existentes, de manera eficiente, rentable y sustentable».
Por ello, aprovechó la oportunidad para poner en discusión «la posibilidad de flexibilizar el sistema de patentes en favor de tecnologías que pueden ser disruptivas y novedosas en un campo técnico, aun cuando pueda contener elementos de otros campos, que promueven la economía circular y capaces de resolver problemas que hoy nos afectan de manera global, como son: la contaminación, generación de residuos industriales, reutilización de recursos no renovables, entre otros».
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