Profesora Eugenia Morselli se adjudicó proyecto del International Centre for Genetic Engineering and Biotechnology.
La investigación “Autophagy, primary cilium and inflammation in neurons and astrocytes” tiene por objetivo comprender los mecanismos celulares que expliquen el desarrollo de las enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad, específicamente el mecanismo de autodigestión celular que sirve para eliminar las substancias tóxicas y los desechos de la célula y que se conoce como autofagia. La Dra. Morselli estudia lo que ocurre a nivel del sistema nervioso central, en particular en el hipotálamo. “Hay antecedentes que muestran que en personas obesas, la autofagia en las células del hipotálamo es disfuncional; no obstante, se desconocen los mecanismos celulares a través de los cuales esto ocurre. Nuestra investigación se focaliza en comprender los mecanismos responsables de esta alteración”, explica la académica de la Facultad de Ciencias Biológicas UC.
A través de su proyecto recientemente adjudicado, la investigadora estudiará la interacción entre autofagia y cilio primario, una estructura que actúa como plataforma de señalización porque controla múltiples procesos celulares. “Nuestra hipótesis es que los ácidos grasos saturados presentes en las dietas alta en grasas inhiben la autofagia y las vías de transducción de señales intracelulares cilio-dependientes en neuronas y astrocitos, promoviendo inflamación y en consecuencia disminuyendo la sensibilidad a la insulina en el sistema nervioso central y en los órganos periféricos”. Tanto en modelos animales como humanos, la alimentación rica en grasas genera inflamación en el hipotálamo, lo que altera la sensibilidad a la insulina y favorece el desarrollo de la diabetes de tipo II. “Nuestro objetivo es comprender cuáles son los mecanismos celulares que llevan a la inflamación y a la disminución de la respuesta a la insulina para poder así prevenir el desarrollo de esta enfermedad”.
Para este estudio se utilizarán líneas celulares de neuronas hipotalámicas, cultivos primarios de neuronas y astrocitos de rata y ratones alimentados con dieta alta en grasas. Los roedores son excelentes modelos para el estudio de la obesidad. “Las cepas que ocuparemos aumentan de peso considerablemente después de haber sido alimentados con una dieta rica en grasas. Los roedores como los seres humanos tienen un sistema de control de la ingesta parecido. Además, las áreas del cerebro de interés para la investigación tienen grandes similitudes anatómicas y funcionales comparadas con las de los humanos”, señala la Dra. Morselli.
Obesidad, una epidemia
Hoy en día, indagar los mecanismos que promueven la obesidad y el desarrollo de enfermedades crónicas asociadas a esta tiene una alta relevancia país. En Chile, el 23% de los adultos entre 25 y 44 años y el 36% de los adultos entre 45 y 64 años son obesos, de acuerdo a las cifras de la Encuesta Nacional de Salud (2010). “Estos datos desafían los sistemas de salud públicos y amenazan el bienestar y la vida de millones de personas. Comprender cuáles son los mecanismos que regulan la autofagia y en consecuencia poder controlar el desarrollo de las enfermedades asociadas a la obesidad es algo que puede mejorar la vida de millones de personas no sólo en Chile sino a nivel internacional”, concluye.
Por Jade Rivera
Fuente: www.biologia.uc.cl
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