El Vicepresidente de la Cámara de la Innovación Farmacéutica (CIF) ha recorrido un camino profesional marcado por la pasión por la innovación y la fuerte convicción de querer construir un Chile cada día mejor.
Desde su época de estudiante, en que circulaba por los históricos pasillos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, Jean-Jacques Duhart ha soñado con la construcción de un país mejor. En los últimos años de carrera, cuando debía comenzar a definir dónde dar inicio a su vida profesional, se hizo la siguiente pregunta: “¿cómo, desde la ingeniería, podía contribuir a transformar la economía hacia una más de conocimiento, capaz de construir ventajas competitivas en sectores nuevos?“.
Eran tiempos movidos, con mucha política y pasión en el aire, una década de los ’80 que agitaba los pensamientos de todos y que instaba a idear un futuro en donde se planearan las formas para concretar todas esas ideas. El Vicepresidente de la CIF no estuvo ajeno a ello y decidió enfocar su carrera hacia una vía que le permitiese dar respuesta a la interrogante que, en aquellos años, estaba ocupando su mente.
Su primer trabajo fue en un programa piloto de investigadores asistentes en el Departamento de Industrias, donde estudió. Luego de un tiempo, el profesor guía de su tesis de Magister en Ciencias de la Ingeniería, Fernando Fajnzylber, quien era uno de los mayores expertos en desarrollo económico y competitividad internacional de la época, lo invitó a trabajar en la División de Industrias y Tecnología de la Cepal/ONUDI, espacio donde trabajó en investigaciones económicas relacionadas a experiencias comparadas de países que desarrollaron estrategias en innovación.
La oportunidad de construir y observar el país
Llegó 1990 y las oportunidades de crear políticas públicas estaban por todos lados: desde la formación de un nuevo gobierno, hasta la creciente energía de una generación recién egresada de la universidad y con ganas de hacer cosas. Fue en ese contexto que a Jean-Jacques lo invitaron a formar parte del gobierno de Patricio Aylwin en el Ministerio de Economía. Esta invitación estaba totalmente alineada con sus ideales, por lo que no dudó ni un segundo en aceptar.
Este nuevo desafío fue sólo el puntapié inicial a lo que sería su carrera como funcionario público, la cual duró aproximadamente veinte años. Para él, haberse desempeñado por tantos años en este sector tuvo que ver con algo “bien generacional. Fue un momento en que no me imaginaba en otro lado, el encontrar un sentido a nivel profesional estaba muy asociado a esta ventana de oportunidades de estar participando en el gobierno en políticas públicas, poniendo en práctica todo lo que me habían enseñado”.
Si bien se desempeñó en distintas instituciones además del Ministerio de Economía (ProChile, InnovaChile de CORFO, Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad y el Consejo de Fundación Chile), en todos estos lugares tuvo un denominador común: el observar, desde distintos ángulos, la importancia que tiene la innovación como proceso productivo para el desarrollo del país. En cada uno de estos ángulos tuvo que investigar modelos extranjeros, ver cómo funcionaban, qué tan bien podrían funcionar en Chile y, luego de ello, aplicar la experiencia y armar estrategias para que este país fuese un polo atractivo para la inversión.
La experiencia ganada en cada uno de estos lugares le permitió participar como Consultor para la OCDE en políticas de innovación y emprendimiento. Allí, tuvo que analizar el comportamiento en materia de emprendimiento dinámico de países Latinoamericanos frente a las mejores prácticas de los países OCDE. Gracias a esta experiencia pudo evidenciar el nivel avanzado de Chile respecto a los otros países de la región, pero el bajo nivel que éste tenía al ser comparado con sus pares de la Organización.
“A Chile le faltan varias cosas, una de ellas es la capacidad de acción más estratégica. Aquí seguimos estancados, por ejemplo, con el tema de estrategias más agresivas en materia de diversificación económica, el apoyo a cierto tipo de actividades más ligada a la innovación que permitan cambiar el tipo de especialización. Si tú tomas una foto de Chile hace 30 años y la comparas con una de hoy, la estructura productiva es la misma. Incluso, en la estructura exportadora nos hemos desdiversificado, el cobre hoy en día es más importante que hace 20 años”.
Innovando desde la CIF
En 2013 se produce su arribo a la Cámara de la Innovación Farmacéutica. Su llegada tuvo que ver con que ellos estaban en búsqueda de alguien externo a la industria y que pudiese aportar desde su experiencia al crecimiento de la misma. “Dentro de las cosas que me resultan atractivas en este trabajo tiene que ver con la innovación e investigación, donde se requiere una labor con políticas públicas y desarrollo de capacidades, pero cruzado con temas de salud. Este cruce, para mí, tiene que ver con reencontrarme con el sentido de para qué es la innovación. Cuando se hace una mejora de este tipo, los efectos son totalmente distintos” asegura Jean-Jacques Duhart.
Actualmente, la CIF actúa como intermediaria entre distintos actores (empresas globales, gobierno, legisladores, usuarios y pacientes, y actores del sistema de salud, entre otros) y, al mismo tiempo, conecta a la industria farmacéutica internacional con el medio local, funciones que a su Vicepresidente le son totalmente familiares.
Además de ello, la promoción de la innovación es fundamental para la Cámara por dos razones: (i) la oportunidad que se abre con la desintegración vertical de la cadena de valor del desarrollo de nuevos fármacos que se está produciendo a nivel global: los grandes laboratorios están haciendo poco a poco menor cantidad de investigaciones tempranas de manera interna para abrirse a un esquema de innovación ‘abierta’, en base a alianzas y colaboración con terceros; (ii) producto de este cambio en la industria a nivel mundial, se requiere un relacionamiento nuevo y distinto con las contrapartes locales, de mayor sinergia y complementación. Según señala Duhart, “las empresas farmacéuticas se están preparando para enfrentar los desafíos que plantea el nuevo escenario acorde a los nuevos tiempos y los abordan con estrategias más de trabajo en red y colaboración estratégica”.
Avanzar en materia de estándares mínimos de calidad, eficacia y seguridad de los medicamentos disponibles para los pacientes en Chile, junto con mejorar el acceso a los medicamentos, reduciendo el altísimo gasto de bolsillo por la vía de lograr aumentar la cobertura de los actuales seguros de salud y, por último, trasparentar los procesos de decisión asociados a la incorporación de los nuevos medicamentos incluidos en las cobertura GES, son sólo algunos de los desafíos que se viene por delante para la Cámara. Para Jean-Jacques, de lo que se trata finalmente es de contribuir desde la industria innovadora a elevar el bienestar de los pacientes y a que la competencia sea cada día más justa.
Por Catalina Valencia Antillanca
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