Nuevos dispositivos médicos, así como tratamientos para detectar enfermedades como el cáncer, son algunas de las iniciativas más exitosas que se han concretado en el país.
Pese a los enormes avances que ha experimentado Chile en materia de innovación, hay un área específica que se ha demorado un poco más en descollar: la biotecnología.
Matías Vial, director de Innovación de la Universidad de los Andes y cofundador de Cells for Cells, explica que si bien el país tiene hoy un ecosistema más sofisticado, aún está muy lejos de los países desarrollados. «Existen falencias claras en las capacidades de comercialización tecnológica debido, principalmente, a la falta de expertos en el área y al ecosistema todavía incompleto e inmaduro, que es muy necesario para llevar un producto de la idea al mercado», dice Vial. Deja en claro, eso sí, que a nivel de capacidades instaladas y de propuestas de investigación y desarrollo, el país no tiene nada que envidiar al resto del mundo.
De opinión similar es Julio Correa, director ejecutivo de UDD Ventures, incubadora que se ha especializado en proyectos de salud. A su juicio, el panorama local es muy complejo debido a que el ecosistema está recién desarrollándose. «De hecho, en palabras de Markus Schreyer, fundador de Ganesha Lab y miembro del Directorio de Chile Global Angels, Chile no está en condiciones de exportar tecnología hoy. Los emprendedores deberían irse a ecosistemas desarrollados para llevar al mercado sus productos». Agrega también que se debe considerar que el desarrollo de un producto biotech tiene un proceso de desarrollo e investigación de, al menos, tres años y que luego su salida a mercado puede demorar varios años más, en función de si el producto impacta en la salud humana o en la industria.
Los primeros brotes
A pesar de todos los obstáculos que se deben superar, la industria de la biotecnología local está mostrando ya los primeros brotes de un futuro que se augura prometedor. Sin ir más lejos, en la Universidad de los Andes se han enfocado en áreas como terapia celular, biomarcadores para diagnóstico de enfermedades y generación de biomateriales derivados de la industria local chilena par uso médico. «Todas nuestras tecnologías se encuentran en fase preclínica y clínica. Actualmente, estamos en búsqueda de socios comerciales en el extranjero que nos permitan realizar el escalamiento y transferencia», explica Matías Vial.
En UDD Ventures, por su parte, cuentan también con varios proyectos que están dando qué hablar. Uno de los más exitosos es Lince Labs, el primer laboratorio de biotecnología local que desarrolla y comercializa productos biológicamente activos. El más conocido es Amniofilm, un bioparche fabricado con membrana amniótica criopreservada.
También destacan Dart, una solución que apunta a prevenir la retinopatía diabética -causa más común de ceguera en adultos-, mediante una plataforma que la detecta automáticamente en imágenes digitales; junto con Taote, un equipo de ecografía ultraportátil de bajo costo, de fácil uso y todo terreno y que actualmente busca patentarse en Chile y EE.UU. «Veo que hay señales positivas en términos de algunas líneas de apoyo, sobre todo de algunos fondos que miran este tipo de proyectos como una buena opción. La cuestión más relevante es ser honesto con las condiciones actuales y que las líneas de apoyo y fondos permitan financiar al emprendedor en otro país que tenga mejores condiciones para acelerar su proyecto», explica Julio Correa.
Con uno de los ecosistemas científicos más grandes del país, en la Universidad Católica de Chile, hace bastante tiempo que se vienen desarrollando iniciativas de vanguardia. GeneproDX, uno de sus spinoff , está pronto a comercializar un test de diagnóstico de cáncer de tiroides que opera con más precisión; mientras que el académico Bruno Nervi desarrolló un examen que permite predecir la efectividad de los tratamientos para la leucemia. Asimismo, la universidad está en proceso de crear un spinoff con una técnica que podría aplicarse al tratamiento de varias enfermedades neurodegenerativas.
Por otro lado, y ligados al centro de Innovación UC, se crearon innovaciones como la vacuna «PigOne PCV2», la primera contra el circovirus porcino, creada y producida en Sudamérica y que acaba de ser lanzada al mercado por Veterquímica, en tanto que Fraunhofer desarrolló un polímero del tamaño de una nanopartícula, que permite remover los compuestos polifenólicos del vino blanco sin eliminar otros compuestos.
Así también, gracias al concurso Brain Chile, han surgido desarrollos como el fertilizante Nutrisato y el recubrimiento orgánico Shel Life.
Internacionalización
El programa Start-Up Chile también se ha convertido en una cantera importante para proyectos en biotecnología. Uno de ellos es Phage, compañía que se ha enfocado en el desarrollo de «bacteriófagos», virus que infectan única y exclusivamente bacterias y que se usan como una herramienta en el control de bacterias patógenas que afecten a diferentes industrias. Hoy aplican esa tecnología en Milkeeper S, un producto que se enfoca en prevenir las diarreas infecciosas causadas por las bacterias Escherichia coli y Salmonella spp en terneras de recambio de lechería. «Actualmente estamos en un proceso de internacionalización, ya que luego de un par de años de negociación logramos firmar un acuerdo de distribución con Bayer Animal Health, los que desde octubre de este año se encargan de representar a Milkeeper S en Chile y toda Latinoamérica. A mediano plazo esperamos seguir trabajando con Bayer para llevar el producto a Oceanía, Estados Unidos y Europa», señala Diego Belmar, cofundador de Phage Technologies.
Otro ejemplo es el de Daeki, compañía que trabaja en el desarrollo de tecnologías que permiten reemplazar exámenes de sangre por exámenes de saliva, lo que permite que se puedan detectar y controlar múltiples enfermedades en menos tiempo y sin pinchazos. «En este momento estamos trabajando con colesterol y diabetes enfocados en el mercado chileno en primera instancia, pero apuntamos a que en un futuro no muy lejano incluyamos mediciones para detectar algunos tipos de cáncer, embarazo o niveles de vitaminas», dice Amanda Céspedes, fundadora de la compañía.
Por Pablo Tirado
Fuente: www.economiaynegocios.cl
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