Chile se caracteriza por poseer una diversidad de ambientes extremos que recorren todo el país: desde el desierto y los salares en el norte, hasta la gélida Antártica en el extremo austral. Son lugares que no solo destacan por sus peculiares paisajes, sino que también porque la ciencia los utiliza como verdaderos laboratorios naturales, ricos en microorganismos que representan una oportunidad para desarrollar innumerables aplicaciones biotecnológicas para Chile.
Este es el enfoque de una de las líneas de investigación que se desarrolla en el Laboratorio de Bionanotecnología y Microbiología de la Universidad Andrés Bello, en el cual se estudia cómo los microorganismos pueden producir distintos tipos de nanopartículas (NPs, partículas microscópicas).
Para el investigador y director del Laboratorio de Bionanotecnología y Microbiología UNAB, Dr. José Manuel Pérez-Donoso, “las nanopartículas que nos interesa produzcan las bacterias son nanopartículas que tienen aplicaciones biotecnológicas” explica. Esto se realiza utilizando, por ejemplo, bacterias aisladas de diferentes ambientes extremos de nuestro país, como la Antártica, Desierto de Atacama, salares, volcanes y minas.
Algunas de las aplicaciones biotecnológicas incluyen la construcción de celdas solares de tercera y cuarta generación (celdas solares sensibilizadas por nanopartículas o celdas solares biológicas), la detección fluorescente de antígenos, biomedicina, generación de baterías de litio, y el uso de NPs en terapia fotodinámica o como agentes antimicrobianos, entre otras.
Valor agregado a los recursos naturales
La investigación que realiza el Dr. Pérez-Donoso, junto a su equipo, es de vanguardia en el país, principalmente por la infinidad de aplicaciones biotecnológicas que es posible conseguir, “Nuestras líneas de investigación son muy atractivas porque trabajamos con microorganismos que son únicos de Chile y son totalmente nuevos” señala.
Una de sus directrices investigativas se aboca a la minería y uso de recursos naturales nacionales:
“Nuestro enfoque es dar valor agregado tanto al cobre como al litio a través de la investigación. Estamos muy comprometidos en términos de hacer investigación que tenga una mirada aplicada y que sea una contribución a Chile de forma directa. En ese sentido, pensamos en metales que sean relevantes para el país, y desarrollamos los primeros métodos para producir nanopartículas fluorescentes de cobre, y ahora estamos patentando nanopartículas de litio que desarrollamos a través de un método pionero” destaca.
En base a lo anterior es que las proyecciones en este campo de ciencia aplicada son prometedoras “al dar valor agregado al cobre y al litio, el ingreso económico que podría recibir el Estado producto de esto –por ejemplo- sería mucho mayor de lo que recibe actualmente y por lo tanto el impacto de eso es de carácter nacional” explica. A esto hay que sumar las amenazas que sufre actualmente el uso del cobre por la aparición de otros compuestos que podrían reemplazarlo “en la medida que buscamos más y mejores funciones para el cobre, hacemos que sea más irremplazable, por lo tanto de alguna manera estamos contribuyendo a proteger este metal tan importante para la economía de nuestro país” añade el Dr. José Manuel Pérez-Donoso.
Investigación con enfoque integral
Uno de los sellos que caracteriza el trabajo científico que se está realizando en Laboratorio de Bionanotecnología y Microbiología es que involucra muchas áreas del conocimiento, como la microbiología, bioquímica, química y física que giran en torno a la nanotecnología.
Otro de los beneficios del enfoque multidisciplinario es la formación de un importante número de investigadores en esta área, la cual también está internacionalizada, ya que en la actualidad el Laboratorio posee colaboraciones con distintos centros de investigación y compañías biotecnológicas en Estados Unidos, Perú, Irlanda, Argentina, Brasil, Canadá y Reino Unido.
Por Victoria Martínez A.
Fuente: Centro para la Comunicación de la Ciencia UNAB
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