La familia de empresarios Said Handal, que tiene participación en Embotelladora Andina, BBVA, viña El Principal y eléctrica Coyanco, sacó sus manos de los negocios para meterlas en la investigación científica, concretamente en la cura del Parkinson.
Formaron la Sociedad Biomédica Said Handal y financian dos grupos de investigación de estrategias de diagnóstico y terapias de esta enfermedad. El aporte de los hermanos Marisol, Jaime, Bárbara, Javier, Cristina y Gonzalo, es de los pocos que hace el mundo privado a la investigación biomédica que avanza fundamentalmente con dinero del Estado.
«Hace más de cuatro años comenzamos a gestionar una iniciativa conjunta con la Familia Said Handal, en especial con Marisol Said. El directorio de negocios de la familia nos planteó su interés por desarrollar un aporte en la investigación del Parkinson dado que el padre (Juan Said Demaría) fue afectado por este mal», cuenta Felipe Court, director y consejero científico de fundación Neurounion, con quienes finalmente se asociaron para avanzar en la cura.
En conjunto crearon el instituto CENPAR (Centro de Parkinson), en cuyo directorio está Marisol Said. Este centro realiza la investigación y genera estudios clínicos. «Es una novedad en Chile conjugar estas dos áreas (la empresarial y de investigación científica). No tiene fines académicos, sino netamente de investigación y tratamiento de pacientes», explica Court.
Aunque no dan montos, los Said Handal han puesto toda la infraestructura para el laboratorio de investigación y este año proyectan invertir en nuevos laboratorios e instrumentos.
Más filantropía científica
En la búsqueda de nuevas alianzas con privados, como la que tienen con los Said Handal, la fundación Neurounion se embarcó en una campaña orientada a la obtención de recursos para, a través de la investigación, encontrar una cura para enfermedades como el Parkinson, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y Alzheimer.
Según sus investigaciones una de cada cinco personas sobre los sesenta años, corre el riesgo de desarrollar alguna de estas enfermedades neurodegenerativas para las cuales no existen terapias curativas. Además, son enfermedades de alto costo. En Estados Unidos se calcula que los medicamentos usados comúnmente para tratar el Parkinson pueden costar hasta US$ 6 mil al año por paciente. Y el costo asociado al ELA es de US$ 63 mil anuales por paciente.
«La idea es fomentar y crear una cultura de la filantropía como la que existe en Estados Unidos, Alemania y el resto de Europa en nuestro país, con el fin de que las personas o empresas colaboren con recursos para el desarrollo de la investigación científica en Chile», dicen desde la fundación.
Las donaciones que realicen las empresas recibirán beneficios tributarios. Cada aporte da derecho a un crédito contra el impuesto de primera categoría, equivalente al 35% del total de los pagos.
Fuente: Diario El Mercurio
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