Desde mediados de diciembre de 2015 el nombre del virus Zika ha acaparado portadas y cientos de noticias en todo el mundo, debido a un explosivo brote de cuadros febriles asociados al virus en Brasil, que encendió las alertas entre los organismos de salud internacionales. Las alarmas aumentaron cuando se relacionó a este virus con el incremento de nacimiento de bebés con microcefalia en América Latina, emitiéndose un mensaje que recomendaba a las mujeres embarazadas no viajar a países donde se reportaban casos del virus Zika.
El virus Zika fue detectado por primera vez en 1945, en un mono Rhesus de un bosque en Uganda, durante un estudio sobre la transmisión de la fiebre amarilla. En 1952 se reportaron algunos casos de contagio del virus en humanos y en 1968 se logró aislar el Zika en muestras provenientes de personas de Nigeria. Este virus tiene dos variaciones, dependiendo del lugar de origen, que se creía solo podía ser África y Asia; sin embargo, en 2007 se produjo la primera infección fuera de estos continentes, en la isla de Yap (Micronesia). A finales de octubre de 2013 hubo un brote en la Polinesia Francesa, con 10 mil casos, de los cuales 70 fueron graves y tuvieron consecuencias neurológicas para sus pacientes, como meningoencefalitis. Chile tampoco ha estado ajeno al virus, pues en 2014 se confirmó un caso de transmisión autóctona en la Isla de Pascua, que coincidió con un brote en Nueva Caledonia e Islas Cook.
Sobre el reciente brote, los primeros casos se diagnosticaron en Brasil en Abril de 2015. Actualmente, más de 20 países han reportado la presencia del virus y la Organización Mundial de Salud (OMS) aseguró que se expandirá por todo el continente, a excepción de Chile y Canadá, que poseen barreras naturales como el clima para evitar la reproducción del insecto. Países como Barbados, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, Venezuela y Brasil están bajo la mira, especialmente este último, donde hay más de 1 millón y medio de casos, el cual coincide con el aumento de reporte de casos de recién nacidos con microcefalia, alteración que causa que los bebés nazcan con cabezas anormalmente pequeñas. Asimismo, también se está investigando la relación del virus Zika con el síndrome de Guillain Barré, una enfermedad autoinmune que ataca el sistema nervioso y puede provocar parálisis y hasta la muerte.
“Aunque todavía no se ha establecido una relación causal entre el virus del Zika y las malformaciones congénitas y síndromes neurológicos, hay fuertes motivos para sospechar su existencia”, afirmó a mediados de enero la directora general de la OMS, Margaret Chan, al anunciar la convocatoria de un Comité de Emergencia de esa agencia de la ONU.
Pero ¿cómo se contagia?
El virus Zika corresponde a un arbovirus perteneciente al género flavivirus, que son aquellos virus transmitidos al ser humano por animales invertebrados como zancudos y garrapatas. En el caso de su actual brote, la propagación del virus Zika se produce principalmente por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, que habita en climas cálidos y se reproduce en lugares con agua estancada. Este insecto puede transmitir, además, virus como el dengue, chicunguña o fiebre amarilla.
Los principales síntomas de la enfermedad son fiebre, salpullido, dolor en las articulaciones y conjuntivitis, los cuales aparecen después de un periodo de incubación del virus que puede variar entre los 3 y 12 días.
Si bien el virus no es mortal, los pocos estudios sobre su relación con otras enfermedades hacen casi imposible la creación de una vacuna, especialmente porque el público más vulnerable ante la infección del virus Zika son las mujeres embarazadas, las cuales no pueden ser inyectadas con cualquier droga. Por estos factores, algunos investigadores aseguran que el desarrollo de una vacuna tomaría al menos 10 años. “Hay muchos factores desconocidos sobre Zika como para juzgar de forma confiable la capacidad para investigar y crear una inmunización que sea efectiva ahora”, aseguró a La Tercera Mary Kathryn Steel, vocera de Sanofi Pasteur, división de vacunas de la farmacéutica francesa que tardó 20 años en dar con el primer diseño de una vacuna contra el dengue, aprobada en diciembre. “Nuestra experiencia con el dengue nos mostró que es clave tener documentación robusta sobre la enfermedad y una comprensión científica del funcionamiento de los virus antes de desarrollar una vacuna”, agregó.
Los estudios también están enfocados en esclarecer si es que el virus puede ser transmitido por relaciones sexuales, al tiempo que ya se declaró que es posible su transmisión por transfusiones de sangre.
Finalmente, aunque la alerta sanitaria decretada por la OMS el 1 de febrero afecta principalmente al continente americano, se han reportado casos en Austria, Dinamarca, España e Indonesia, sin embargo estos son casos “importados”.
Por Daniela Abarca
Fuentes:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150611_salud_virus_zika_preguntas_respuestas_kv
http://www.biobiochile.cl/2016/02/01/oms-declara-emergencia-sanitaria-mundial-por-virus-zika.shtml
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