En Estados Unidos, la gripe aviar ha infectado a vacas en nueve estados, a millones de pollos y, hace dos semanas, a un segundo trabajador del sector lácteo. No hay indicios de que el virus haya adquirido las mutaciones que necesitaría para pasar de un ser humano a otro, pero la posibilidad de otra pandemia tiene a las autoridades sanitarias en estado de máxima alerta. La semana pasada dijeron que están trabajando para conseguir 4,8 millones de vacunas contra la gripe aviar H5N1 como medida de precaución.
La buena noticia es que estamos mucho más preparados para un brote de gripe aviar que para el coronavirus. Sabemos mucho más sobre la gripe aviar que sobre los coronavirus y existen cientos de miles de dosis de una vacuna almacenadas en el país.
La mala noticia es que serían necesarias más de 600 millones de dosis para cubrir a toda la población estadounidense, a razón de dos dosis por persona. Y el proceso que utilizado normalmente para producir vacunas contra la gripe lleva meses y depende de grandes cantidades de huevos de gallina. Sí, gallinas. Una de las aves susceptibles a la gripe aviar.
La idea de cultivar el virus de la gripe en huevos de gallina fecundados surgió de Frank Macfarlane Burnet, un virólogo australiano. En 1936, descubrió que, si perforaba un pequeño agujero en la cáscara de un huevo de gallina e inyectaba el virus de la gripe entre la cáscara y la membrana interna, podía conseguir que el virus se replicara.
Incluso ahora, seguimos cultivando el virus de la gripe prácticamente de la misma manera. «Creo que mucho tiene que ver con la infraestructura existente«, afirma Scott Hensley, inmunólogo de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania. A las empresas les resulta difícil cambiar.
El proceso funciona del siguiente modo: las autoridades sanitarias proporcionan a los fabricantes de vacunas un virus candidato que se corresponde con las cepas de gripe en circulación. Ese virus se inyecta en huevos de gallina fecundados, donde se replica durante varios días. A continuación, se recoge el virus, se elimina (en la mayoría de los casos de uso), se purifica y se envasa.
Sin embargo, fabricar la vacuna de la gripe en huevos presenta un par de inconvenientes importantes. En primer lugar, el virus no siempre se reproduce bien en los huevos. Por lo tanto, el primer paso en el desarrollo de una vacuna es crear un virus que sí lo haga. Esto se consigue mediante un proceso de adaptación que puede llevar semanas o incluso meses. Y resulta especialmente complicado en el caso de la gripe aviar: los virus como el H5N1 son mortales para las aves, de tal modo que podría acabar matando al embrión antes de que el huevo pueda producir el virus.
Para evitarlo, los científicos tienen que desarrollar una versión debilitada del virus combinando genes del virus de la gripe aviar con genes utilizados habitualmente para producir vacunas contra el virus de la gripe estacional.
En segundo lugar, está el problema de conseguir suficientes pollos y huevos. Ahora mismo, numerosas líneas de producción de huevos se centran en producir vacunas para la gripe estacional. Podrían pasarse a la gripe aviar, pero «no tenemos capacidad para hacer ambas cosas», ha declarado Amesh Adalja, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins, a KFF Health News. El gobierno de EE UU está tan preocupado por su suministro de huevos que mantiene en secreto bandadas de pollos fuertemente vigiladas repartidas por todo el país.
La mayor parte del virus de la gripe utilizado en las vacunas se cultiva en huevos, pero hay alternativas. La vacuna contra la gripe estacional Flucelvax, producida por CSL Seqirus, se cultiva en una línea celular derivada en los años 50 del riñón de un cocker spaniel. El virus utilizado en la vacuna contra la gripe estacional FluBlok, fabricada por Protein Sciences, no se cultiva, sino que se sintetiza. Los científicos diseñan un virus de insecto portador del gen de la hemaglutinina, un componente clave del virus de la gripe que hace que el sistema inmunitario humano cree anticuerpos contra él. Ese virus modificado convierte las células de los insectos en pequeñas plantas de producción de hemaglutinina.
Por otro lado, tenemos las vacunas de ARNm, que no requieren que los fabricantes de vacunas cultiven ningún virus. Todavía no hay vacunas de ARNm aprobadas contra la gripe, pero muchas empresas trabajan de manera decidida en ellas, entre ellas Pfizer, Moderna, Sanofi y GSK. «Con las vacunas del coronavirus y la infraestructura que se ha creado, ahora tenemos la capacidad de aumentar muy rápidamente la producción de vacunas de ARNm», afirma Hensley.
Esta semana, el Financial Times informaba de que el gobierno estadounidense cerrará en breve un acuerdo con Moderna para aportar decenas de millones de dólares a la financiación de un gran ensayo clínico de una vacuna contra la gripe aviar que la empresa está desarrollando.
Además, hay indicios de que las vacunas sin huevo podrían funcionar mejor que las vacunas a base de huevo. Un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, publicado en enero, mostró que las personas que recibieron Flucelvax o FluBlok tuvieron respuestas de anticuerpos más sólidas que las que recibieron vacunas antigripales a base de huevo. La razón se encuentra en que los virus cultivados en huevos a veces adquieren mutaciones que les ayudan a crecer mejor en ellos. Esas mutaciones pueden cambiar tanto el virus que la respuesta inmunitaria generada por la vacuna no funcione tan bien contra el virus de la gripe real que circula entre la población.
Hensley y sus colegas están desarrollando una vacuna de ARNm contra la gripe aviar. De momento únicamente la han probado en animales, pero la vacuna ha funcionado bien: «Todos nuestros estudios preclínicos en animales muestran que estas vacunas provocan una respuesta de anticuerpos mucho más fuerte en comparación con las vacunas convencionales contra la gripe», señala.
Nadie puede predecir cuándo necesitaremos una vacuna contra la gripe pandémica. Sin embargo, que la gripe aviar no haya dado el salto a una pandemia no significa que no lo vaya a hacer. «La situación del ganado me preocupa», afirma Hensley. Los humanos están en contacto constante con las vacas, explica, aunque hasta ahora sólo ha habido un par de casos humanos: «El temor es que alguna de esas exposiciones provoque un incendio», asegura. Asegurémonos, entonces, de extinguirlo rápidamente.
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En un número anterior de The Checkup, Jessica Hamzelou explicó qué haría falta para que la gripe aviar saltara a los humanos. Y el mes pasado, después de que la gripe aviar se propagase entre las vacas, publiqué una actualización en la que analizaba las estrategias para proteger a personas y animales.
No hace falta que les diga que las vacunas de ARNm son un gran negocio. En 2021, MIT Technology Review las destacó como una de las 10 tecnologías más innovadoras del año. Antonio Regalado analizó su enorme potencial para transformar la medicina. Jessica Hamzelou escribió sobre otras enfermedades que los investigadores esperan abordar. Seguí con un artículo después de que dos investigadores del ARNm se alzasen con el Premio Nobel. Y a principios de este año escribí sobre un nuevo tipo de vacuna de ARNm que se autoamplifica, lo que significa que no sólo funciona a dosis más bajas, sino que permanece más tiempo en el organismo.
En la red
Los investigadores han instalado una ventana literal en el cerebro que permite obtener imágenes por ultrasonidos y que esperan sea un paso hacia interfaces cerebro-ordenador menos invasivas. (Stat)
Los portadores de anticuerpos contra los virus que se utilizan habitualmente para administrar terapias génicas pueden provocar una respuesta inmunitaria peligrosa si vuelven a exponerse a ellos. Esto significa que muchas personas no pueden optar a estas terapias y otras no pueden recibir una segunda dosis. Ahora los investigadores buscan una solución. (Nature)
Más buenas noticias sobre el Ozempic. Un nuevo estudio muestra que el fármaco puede reducir el riesgo de complicaciones renales, incluida la muerte, en personas con diabetes y enfermedad renal crónica. (NYT)
Los microplásticos están por todas partes. Incluidos los testículos. (Scientific American)
De lectura obligada: Este artículo, el segundo de una serie sobre la negación de la autonomía reproductiva a las personas con anemia falciforme, examina cómo el sistema médico estadounidense socava el derecho de la mujer a elegir. (Stat)
Fuente: https://www.technologyreview.es/
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