En conjunto, los investigadores han trabajado para desarrollar nuevos compuestos químicos basados en minerales estratégicos de nuestro país, incluyendo al renio, con el objetivo de encontrar nuevos biomarcadores con diversas aplicaciones biológicas.
La extracción de minerales es uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, siendo el cobre y el litio, los minerales más reconocidos en este campo. Sin embargo existen otros minerales, menos conocidos, pero que presentan un gran potencial para el desarrollo científico y biotecnológico para el país. Hablamos del renio, un subproducto de la extracción de molibdeno que a su vez es subproducto de la extracción de cobre.
Chile, junto a Kazajstán (país transcontinental con territorio en Asia Central y Europa) es uno de los países con los yacimientos más grandes de renio en el mundo, extrayéndose en el año 2007, 22.900 y 8.000 toneladas, respectivamente. En nuestro país, este mineral se encuentra desde la región de Parinacota hasta la región de los Lagos, en minas ubicadas principalmente en la cordillera de los Andes. Actualmente, se considera que todas las minas chilenas productoras de cobre también producen renio.
Renio: de las minas al laboratorio
Es en este contexto que un destacado equipo de investigación, multidisciplinario e interfacultades de la Universidad Andrés Bello y financiado en parte por el Núcleo Milenio de Ingeniería Molecular para Catálisis y Biosensores (RC120001) y por el Núcleo UNAB DI-1419-16/N, ha demostrado, a través de estudios aplicados en el renio, que es posible utilizar metales estratégicos de Chile para generar nuevos compuestos útiles como biomarcadores (compuestos utilizados como indicadores de un estado biológico), siendo un trabajo que ha permitido caracterizar otras propiedades útiles para la biología que estos (y otros compuestos) presentan, lo que abriría el campo de aplicación biotecnológica.
El grupo de trabajo está integrado por el Dr. Ramiro Arratia y el Dr. Alexander Carreño (Facultad de Ciencias Exactas), la Dra. Carolina Otero (Facultad de Medicina), el Dr. Rubén Polanco y el Dr. Juan Fuentes (Facultad de Ciencias Biológicas), más colaboradores nacionales como el Dr. Manuel Gacitúa (CAPES) e internacionales como el Dr. Gerald J. Meyer (USA) y el Dr. Elies Molin (España).
Para el investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas, Dr. Juan Fuentes, el principal aporte de estos estudios radica en que “El encontrar nuevas aplicaciones a complejos de renio será fundamental para incrementar en interés de nuestro país para invertir en tecnologías basadas en nuestras propias materias primas” explica. Actualmente no existen más de tres equipos de investigación en Chile concentrados en las potencialidades biotecnológicas del renio, lo que propicia un buen escenario para aportar al desarrollo científico en dicha área.
Hacia nuevas aplicaciones biotecnológicas
De acuerdo a los últimos hallazgos del equipo de investigación UNAB, los biomarcadores de renio tienen diversas aplicaciones biotecnológicas, incluyendo el uso como fluoróforos en microscopía de fluorescencia como tinciones rápidas y generales, o como tinciones específicas si los complejos de renio se conjugan con anticuerpos específicos (tinciones diferenciales, ELISA, etc.). Una tinción es una técnica de coloración utilizada en microscopía para generar mayor contraste en la imagen bajo el microscopio. De esta forma, permite resaltar determinados aspectos del objeto de observación de acuerdo a las distintas necesidades de estudio.
“Por otra parte, algunos complejos de renio pueden ser utilizados como sondas de detección en áreas contaminadas con mercurio, ya que las propiedades luminiscentes varían en presencia de este metal. Todas las aplicaciones de estos complejos tienen un potencial uso en las áreas de las ciencias básicas (biología, bioquímica, química) así como en ciencias aplicadas como la biotecnología o incluso la medicina si se idearan nuevos procedimientos para aprovechar las cualidades de los complejos de renio en diagnóstico, por ejemplo” señala el Dr. Juan Fuentes.
Existen otros biomarcadores que pueden ser utilizados en otras aplicaciones, las cuales están siendo desarrolladas por los investigadores.
Por Victoria Martínez
Fuente: www.ciencia.unab.cl
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