«La tecnología nunca ha estado fuera de la discusión», afirma Gonzalo Rivas, presidente del Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo, y quien lidera la Comisión presidencial de «Ciencia para el desarrollo de Chile», que entregará en junio la propuesta para crear un Ministerio de Ciencia y Tecnología y sentar las bases a 2030.
«La falta de representatividad del sector privado, sobre todo de rubro tecnológico, ha sido una de las críticas a la mesa. Pese a ello, el trabajo es intenso», dice Rivas, con reuniones semanales y la conformación de cuatro subcomisiones: estrategia de avance, institucionalidad, cultura e innovación y marco legal para la investigación, donde expertos y representantes de industrias TI participan en la discusión.
– Siempre se habló de un ministerio de Ciencia y Tecnología, por qué ahora es sólo de ciencia?
– Nunca se ha dejado fuera. Si ves el discurso de la presidenta durante el lanzamiento, siempre habló de un Ministerio de Ciencia y Tecnología. No quedó en el nombre final porque era muy largo, pero siempre ha estado contemplado.
– Pero tampoco está representado en los integrantes de la Comisión, en general no está el sector empresarial…
– Los hemos ido sumando y estamos invitando a gente del sector privado a que participe en las cuatro subcomisiones. Hay unas 30 personas adicionales a los integrantes oficiales que están asistiendo. Por ejemplo, Jaime Soto, de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), Raúl Ciudad de Coasín; Conrad von Igel y Alfonso Gómez del Centro de Innovación UC Anacleto Angelini y Hernán Cheyre (ex Corfo), que presentó la propuesta de la Comisión Philippi. Muchos de los planteamientos de esa Comisión son parte de lo que estamos discutiendo hoy. Sin embargo, se dejó fuera la idea de incluir la Educación Superior, proposición en la que por ese entonces Cheyre estaba de acuerdo. También vamos a invitar a gente de los fondos de capital de riesgo.
– ¿Ellos van a tener voto en las medidas que se tomen?
– No votan. Sin embargo, los planteamientos de los propios científicos de la comisión van en línea con las preocupaciones del sector privado, no vemos discrepancias. Hay consenso en que ambos (ciencia y empresa) tienen que conversar más, el tema es cómo lograrlo.
Por Francisca Orellana
Fuente: Diario Financiero
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