A partir de una serie de conversaciones con sus colegas y amigos, el mexicano Juan Pablo Ruiz, candidato a doctor en ciencias biomédicas de la Universidad de Oxford, empezó a recopilar un sinnúmero de experiencias negativas originadas en los diversos espacios de trabajo. Esto lo motivó a crear labmosphere.com, blog dedicado exclusivamente a promover “laboratorios sanos” en la comunidad científica.
“Mientras realizaba mi doctorado, varios de mis compañeros me contaron sobre las descalificaciones que sufrían por parte de un supervisor cercano a mi laboratorio, quien abusaba constantemente de su condición de poder”, esta y otras historias para Juan Pablo fueron las detonantes que lo incitaron a averiguar por qué motivo existen constantes malos tratos entre colegas científicos.
Por una parte, Juan Pablo creyó que todo tenía absoluta relación con el narcisismo que promueve el ambiente científico junto con la competencia instalada en los equipos; no obstante, el doctor en ciencias biomédicas empezó a evidenciar una falta de empatía y carencia de herramientas con las que cuentan los líderes para dirigir a sus equipos.
“Debemos tener la capacidad de escuchar y entrenarnos para lograr comprender a un compañero cuando atraviese un periodo de crisis”
Ruiz decidió capacitarse. Tomó una serie de cursos en el Peer Support Programme de Oxford, un programa que busca formar a estudiante de pregrado y posgrado para que puedan escuchar con eficacia, comunicarse con sensibilidad, mantener la confidencialidad, respetar los límites y reconocer cuándo y cómo alentar la derivación a servicios de apoyo profesional.
A raíz de lo anterior, creó labmosphere.com, un espacio destinado a discutir los problemas suscitados en los ambientes de trabajo. Los pocos incentivos que existen en los centros de investigación y en los mismos profesionales por cambiar ciertos patrones de conducta, le dieron el impulso para desarrollar distintos espacios en su sitio que apunten a posicionar estos temas en la comunidad científica.
En el blog, los visitantes pueden encontrar una serie de artículos creados tanto por Ruíz como por otros colaboradores que incluso, de manera anónima, relatan casos de intimidación y abusos en sus espacios de trabajo.
Además, el sitio entrega una serie de recursos para que los visitantes puedan adentrarse en temas como: cuidado y vulnerabilidad en la carrera académica; liderazgo valiente y autocomprensión; entro otros.
“El amor y pasión que traemos al trabajo nos llevan a ser más productivos y creativos”
Además de los malos tratos, Ruiz reconoce que existen otros factores que imposibilitan una labor más estimulante, “la idea instalada de que una carrera científica implica sacrificar nuestras vidas, incluyendo pasiones y proyectos de otra índole, nos hace daño (…) ha traído consigo una serie de repercusiones negativas incluso en el potencial de nuestros proyectos y descubrimientos”.
Un especial reciente de Nature ahonda en el testimonio de tres mil investigadores encuestados, quienes dan cuenta de cómo cultivar una nueva cultura de investigación, y qué factores pueden ayudar para mejorar los espacios de trabajo.
Según el estudio, dos tercios de los jefes senior de los laboratorios indican que nunca han recibido capacitación en torno a la gestión de personas. A su vez, dos tercios de los no capacitados señalan que esto sería muy útil.
La experiencia para Juan Pablo Ruiz le ha demostrado que los líderes deben invertir tiempo y dinero en programas que mejoren sus habilidades de liderazgo. Recomienda buscar y leer artículos del Greater Good Science Center y educarse en torno a la importancia de estimular y mejorar la moral entre pares.
“Es una inversión que vale la pena, tanto para los científicos como para la ciencia. Dedicar parte de tu tiempo a promover que las personas hablen sin miedo a repercusiones los ayudará un montón (…) un buen líder no debe preocuparse de su poder sino de cómo puede ayudar a los miembros de su equipo a llegar a su potencial más alto”, asegura.
Nature por su parte concluye que la capacitación de calidad es un ingrediente clave para construir un grupo de investigación exitoso. También lo es el entorno académico en el que trabajan los investigadores. Si un departamento o institución fomenta la colaboración, celebra el éxito y promueve la capacitación, los líderes de grupo lucharán para crear una cultura de investigación saludable en sus propios laboratorios.
Por Adolfo Navarro.
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