Es tal vez una de las áreas de la ciencia más desconocidas por la mayoría. La mayor aproximación con el tema ha sido mediante las películas de ciencia ficción, donde muchas veces la Inteligencia Artificial (IA) se escapa del control previsto y atenta contra la humanidad.
Ese es tal vez uno de los mayores prejuicios que existe sobre la Inteligencia Artificial. Pero, ¿qué hay de cierto en todos esos mitos?
John Atkinson es Doctor en Inteligencia Artificial de la Universidad de Edimburgo, quien lleva gran parte de su vida estudiando esta materia.
Atkinson siempre tuvo inquietud por saber más sobre esta área, razón por la cual a continuación derriba y confirma algunos mitos creados en el imaginario colectivo.
¿La Inteligencia Artificial aplicada en empresas implica la reducción de puestos de trabajo?
Realidad. La IA automatizará tareas que son menos rutinarias por lo que puede reducir puestos de trabajo “tradicionales”. Sin embargo, esto no es propio de la IA, ya que la incorporación de tecnologías de información convencionales han generado el mismo impacto hace varios años.
Por ejemplo, trámites que un cliente debía realizar presencialmente en una sucursal, ahora lo realiza en forma electrónica desde su celular o su hogar.
¿La Inteligencia Artificial podría en algún futuro tentar contra los humanos?
Realidad. Aunque en los niveles netamente operativos de una organización está fuera del alcance. Sin embargo, a nivel estratégico internacional podría eventualmente ocurrir en algunos rubros.
Por ejemplo, en la industria de la defensa ya se ha concebido armamento autónomo, que naturalmente si no se controla, podría atentar no sólo contra una comunidad, sino contra la humanidad. De ahí que varios organismos internacionales están abogando y exigiendo que se prohíba la utilización de la IA en defensa.
¿La inteligencia Artificial aplicada a transporte como aviones o buses implica más riesgos de accidentes, que uno conducido por hombres?
Mito. El uso de la IA para conducción autónoma de diferente tipo de vehículos es de larga data y en general son muchos más los beneficios que los riesgos.
Por ejemplo en los aviones comerciales se han utilizado modos de vuelo “piloto automático” (guiado por GPS) por años. Lograr la autonomía tanto en vuelo como en despegue/aterrizaje es sólo cosa de tiempo.
Además, una máquina no se “cansa” al manejar, tiene información de percepción que no posee un conductor humano, puede ser “entrenada” con respeto absoluto de las leyes, puede predecir situaciones en la ruta por adelantado.
¿En algún momento la Inteligencia Artificial podría crear sentimientos en los robots?
Realidad. Existen modelos de IA que hacen posible que no sólo las máquinas razonen basadas en sus emociones, sino también en sus intenciones y creencias sobre el “mundo” que están percibiendo.
Por otro lado, la incorporación de emociones y creencias es vital para la interacción práctica con humanos y su adopción. Por ejemplo, dependiendo de las intenciones, emociones y creencias de una máquina, se podría satisfacer un requerimiento comercial de un cliente, de una forma o de otra muy diferente y tosca.
¿Existe la posibilidad que en algún futuro la Inteligencia Artificial elabore un chip que te permita almacenar los recuerdos que uno elija de la memoria (como lo muestra un capítulo de Black Mirror)?
Realidad. En aspectos relacionados con la memoria ha habido avances importantes tanto en la comprensión de dónde reside y la información electro-química que está involucrada por la circuitería neuronal de nuestro cerebro.
Extraer dicha información y traspasarla a algún dispositivo “físico” no es sólo factible, sino que ya existen organizaciones que están ofreciendo a mediano plazo, este tipo de “servicios” incluso más allá de la propia “muerte” de una persona, donde tanto la conciencia como la memoria podrían traspasarse a un “avatar” que lo represente post mortem.
Fuente: biobiochile.cl
¿Quieres dejar un comentario?