Investigadoras descubrieron que mujeres obesas con esta enfermedad tienen una sobrevida menor que aquellas con peso normal.
Dieta equilibrada, estilo de vida sano y peso adecuado a la talla serían claves para que pacientes con cáncer de ovario pudieran vivir más tiempo. Así lo creen dos investigadoras del Instituto Mileno de Inmunología e Inmunoterapia (Imii) y de la U. Católica que tras revisar los datos clínicos de 200 pacientes, vieron que aquellas con sobrepeso y obesidad y que estaban sometidas a quimioterapia, la recurrencia del cáncer fue más rápida que en las de peso normal. La sobrevida, también fue menor.
El cáncer de ovario suele desencadenar una alta respuesta inmunitaria. Además, el 80% de las pacientes es diagnosticada en etapa avanzada y ya existe un compromiso del peritoneo (membrana que cubre los órganos del abdomen).
Carolina Ibáñez oncóloga de la Red Salud UC Christus explica que analizaron los datos de 200 mujeres tratadas con quimioterapia desde 2001 a la fecha. Tras tabular toda la información relacionada con el peso, la talla y otros parámetros como hemogramas, LDH, perfil lípidico y glicemia, vieron que las mujeres con exceso de peso tenían signos de inflamación, mayor presencia de leucocitos y neutrófilos, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y glicemias alteradas.
Además, descubrieron que la sobrevida global de las pacientes con sobrepeso era menor que las con peso normal, igual que la sobrevida libre de recurrencia (tiempo hasta que se presenta otro cáncer).
“La conclusión inicial es que más del 50% de las pacientes al empezar la quimio tenían sobrepeso u obesidad. Al terminar el tratamiento, un 5% de las que eran normopeso pasaron a tener sobrepeso. Descubrimos que estas pacientes tuvieron una recurrencia precoz, la enfermedad progresaba antes y morían también más precozmente que las normopeso. Alrededor de 10 o 12 meses antes”, dice Ibáñez.
“El dato clínico es que las mujeres obesas y con sobrepeso recaen antes que las que son normopeso. Lo que nos gustaría estudiar a futuro es el tipo de grasa, si es abdominal o periférica. Es probable que en la grasa abdominal los parámetros inflamatorios estén más alterados. Al menos, la literatura lo reporta, pero tenemos que verlo en laboratorio y en estudio clínico”, dice María Loreto Bravo, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del Imii.
Laboratorio
A nivel molecular y en modelo in vitro con células tumorales de esas pacientes las investigadoras observaron una alteración en una serie de parámetros que vuelven más agresivas a las células de cáncer de ovario. Las especialistas creen que el estado inflamatorio permanente causado por la obesidad modifica ciertas proteínas que favorecen la invasión y nuevos focos metastáticos y al mismo tiempo, altera otras que ayudan al cáncer a escapar del sistema inmune.
“Queremos demostrar a nivel básico cuáles son las vías o moléculas que están alteradas en las pacientes obesas. Y a nivel clínico ver de qué manera al modular la obesidad podemos cambiar esa manifestación. También estudiar cómo se comporta la inmunidad de mujeres con obesidad a lo largo del tiempo y cómo cambiaría esa respuesta al cambiar hábitos simples como la nutrición”, dice Bravo.
Para esta segunda investigación, postularon a un proyecto FONIS -Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud, de Conicyt-, con el fin de trabajar directamente con pacientes de Hospital Clínico de la UC y del Hospital Sótero del Río. 90 mujeres serán parte de una intervención nutricional y control del peso por 10 años. La hipótesis que sostienen es que las mujeres que logran reducir su peso aumentan su sobrevida.
Por Cecilia Yáñez
Fuente: www.latercera.com
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