En medio de la crisis que afecta a la industria por la sequía, la empresa mantiene una campaña para sumar inversionistas que apuesten por el desarrollo de productos biotecnológicos que den viabilidad futura al sector.
La sequía está golpeando fuerte a la apicultura nacional, tanto así que se estima que, en la Región de Los Ríos, las cosechas han disminuido en casi 100%. En este adverso escenario, el Consorcio Apícola ha logrado generar una exitosa campaña para captar nuevos inversionistas que están apostando por el futuro de esta industria, a través del desarrollo de productos biotecnológicos, de alto valor agregado, en base a miel y propóleos.
El levantamiento de capital -que se realiza a través de Broota, la red de emprendimientos y crowdfunding más grande de Latinoamérica- ha logrado reunir más de $30 millones y la meta es alcanzar los $90 millones, para escalar el modelo de negocios de la empresa.
Los nuevos socios que se han integrado suman cerca de 60, básicamente apicultores, científicos y profesionales ligados a ciencias de la salud, medio ambiente, sustentabilidad e innovación y empresarios de los rubros alimentación saludable y productos naturales.
El Consorcio se formó en 2008 por iniciativa del equipo apícola de la Universidad Austral de Chile. Entre sus socios fundadores destacan la Universidad Mayor, INIA, la cooperativa Apicoop, empresas y personas.
Su objetivo central es desarrollar nuevos productos innovadores, con alto potencial de mercado para la industria global del bienestar humano y animal (nutracéuticos, para el cuidado personal, tratamiento de heridas, etc.), utilizando la miel y propóleos. Todo ello, buscando elevar la competitividad y rentabilidad de la industria apícola nacional.
“Nuestra estrategia apunta a agregar valor a la miel chilena mediante la identificación de sus ingredientes activos únicos para desarrollar productos de alto valor, tal como hizo Nueva Zelanda con su miel de Manuka. Nuestros resultados científicos avalan que existen mieles chilenas con gran poder biológico y antimicrobiano y, por lo tanto, sabemos que podemos generar productos de características similares a los de ese país”, afirma la gerente general del Consorcio, Paulina Cáceres.
Este enfoque es clave, considerando que pese a que la industria apícola es netamente exportadora (90% de la producción se vende al exterior), aún es un actor minoritario en el mercado internacional de la miel, ubicándose en el lugar número 20 a nivel mundial con envíos por US$ 27,3 millones.
“Ante crisis climáticas, como la que estamos viviendo, y donde el volumen se reduce, el agregar valor a la oferta cobra aún mayor relevancia para, obtener mejores precios y mayores retornos para los productores”, comenta la gerente del Consorcio.
A la fecha, el Consorcio ha desarrollado diversos productos tecnológicos que están disponibles en el mercado. Entre ellos destacan Beefood, un alimento para abejas que les permite estar sanas, ser productivas y defenderse de las amenazas del medio ambiente.
Un segundo desarrollo es Beedipping, una fórmula a partir de miel y propóleos para prevenir la mastitis bovina, la enfermedad más común y costosa de la industria lechera. Para este producto el Consorcio solicitó una patente a nivel nacional e internacional y está en conversaciones con una empresa internacional interesada en validar el producto en terreno y comercializar la tecnología.
¿Por qué invertir?
Cristián Hernández, CEO de Andes Biotechnologies, decidió formar parte de este proyecto y se sumó como inversionista. Aquí comparte las principales razones que lo llevaron a tomar la decisión.
Desde tú perspectiva, ¿Cuál es el principal aporte que realiza el Consorcio al mundo de la investigación apícola?
La calidad de la investigación que se lleva a cabo en el entorno coordinado por el Consorcio Apícola es de clase mundial. Prestigiosas universidades y académicos de Chile y Alemania están comprometidos con los valores y visión de la empresa. Lo que más valoro es cómo el Consorcio está abordando la oportunidad de llevar su conocimiento, experiencia, redes y aspiraciones comerciales para generar valor a partir de los productos de la colmena (que es más que la miel). El Consorcio ha encontrado una fórmula muy atractiva de combinar el Chile del pasado (basado en la explotación de recursos naturales) con el Chile del futuro (basado en generar riqueza a través del conocimiento).
¿Qué resultados, que ya ha tenido el Consorcio, te gustaría destacar? (Ya sea un producto como BeeRecord o Beefood, por ejemplo; o alguna investigación que estén llevando a cabo en el país)
Más que destacar un producto en particular, el hecho que ya tengan más de un desarrollo tecnológico que ha podido salir al mercado demuestra que el equipo humano detrás de la empresa es lo suficientemente maduro y experimentado para generar resultados concretos y de valor agregado. Ellos ya han demostrado que pueden hacerlo, ahora tienen que dar el gran salto y hacerlo en grande. Para eso, necesitan capital. Es ahí donde los inversionistas, como nosotros, hacemos nuestra contribución.
A mi me apasionan los negocios biomédicos, por lo que todos sus programas relacionados a esa área son los que más me entusiasman. Habiendo dicho eso, el concepto y la calidad del producto detrás de Beefood es realmente notable.
¿Por qué las personas deberían interesarse por ser socios de este Consorcio?
Son pocas las veces que uno tiene la posibilidad de ser parte de aventuras como estas. Si genuinamente queremos transitar hacia una sociedad basada en el conocimiento, entre todos tenemos que apoyar historias como la del Consorcio Apícola. Más aún si ellos están dispuestos a hacernos parte de su empresa, pues el riesgo que tomamos al invertir en ellos puede ser compensando, con creces, cuando sus desarrollos lleguen al mercado.
Los interesados en sumarse como nuevos socios del Consorcio Apícola y conocer más de la empresa y sus proyecciones, pueden ingresar a www.broota.com. Más informaciones en el correo consorcio@consorcioapicola.cl
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