Colaboración entre centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo, y entidad norteamericana, impulsará investigaciones para comprender la relación entre envejecimiento y las enfermedades asociadas a la edad. “Buscamos un fármaco único que ayude a mejorar la calidad de vida y evite el deterioro fisiológico en personas. Queremos desarrollar ciencia de nivel mundial”, señaló el Dr. Brian Kennedy, de Buck Institute.
Potenciar estudios farmacéuticos y la bioindustria, a través de bacterias originarias de Chile, que permitan detener la progresión de patologías asociadas al envejecimiento, es uno de los objetivos que llevó al Centro Fondap de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) a realizar una alianza estratégica con el Buck Institute for Research on Aging, de Estados Unidos.
De esta manera, bacterias extremófilas, que reciben este nombre porque se desarrollan en ambientes con condiciones extremas, podrían retardar e incluso revertir la aparición de enfermedades como Alzheimer, Parkinson u otras que producen neurodegeneración y demencia, garantizando una mejor calidad de vida en población que supera los 60 años de edad.
Estos organismos se unirían a la Rapamicina, compuesto que fue descubierto en Rapa Nui y que dentro de sus múltiples beneficios ayudaría a atrasar la sintomatología de dichos males. Tiene efectos positivos en accidentes cardíacos, diabetes y deterioro neurodegenerativo. “No obstante, presenta algunas contraindicaciones, y por eso es que nosotros queremos separar sus moléculas y así utilizar al máximo sólo aquellas que benefician al organismo”, complementa el Dr. Brian Kennedy.
“Estas enfermedades tienen un factor común: envejecer. Por lo tanto, la búsqueda de este fármaco único tiene relación con que todas estas patologías responden un poco a lo mismo. Sin embargo, existen diferencias de género en el proceso del envejecimiento. Las mujeres en general tienen mayor esperanza de vida que los hombres, lo que significa que están más expuestas a manifestar Alzheimer, Parkinson, demencias seniles, entre otras. Además, siempre se ha asociado a los adultos mayores con deterioro físico y cognitivo. Nosotros queremos demostrar que a los 20 ó 30 años aparecen ciertos síntomas de estas patologías”, explica el experto.
Por su parte, el Dr. Pejmun Haghighi, del mismo centro de investigación, agrega que al detectar determinadas inflamaciones y características en la homeostasis, es posible empezar a prevenir a temprana edad el avance de estos males, mejorando las proyecciones y expectativas de vida de las personas.
Pioneros en Latinoamérica
“Es un hecho que cada día la cantidad de adultos mayores a nivel mundial aumenta a pasos agigantados. Hacia el año 2050, uno de cada cuatro chilenos superará los 65 años. Además la expectativa de vida de nuestro país supera los 80 años, transformándonos en la segunda nación más longeva del continente. Sólo somos superados por Canadá”, señala el Dr. Christian González-Billault, director del Centro FONDAP de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo, GERO.
El académico agrega que el costo de cuidar a un paciente con daño neurodegenerativo es elevado, por lo tanto, el aumento de la población perteneciente a la tercera edad y el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la edad traspasa las barreras del área de la salud, transformándolo en un problema económico para el grupo familiar y para Chile.
“Nuestro mayor desafío como GERO es extender los años de vida sana de los chilenos a través de la prevención y la incorporación de terapias efectivas”, complementa el director del centro.
Por su parte, Rubén Covarrubias, rector de la Universidad Mayor, señaló que “el envejecimiento debe ser una prioridad para el país, ya que plantea desafíos en todos los aspectos: políticas públicas, educación, participación laboral y muy especialmente desde la vida sana”. Además destacó que es fundamental que la mayor expectativa de vida venga acompañada de una mejor calidad de vida.
Alianza de universidades
Rubén Covarrubias destacó la alianza entre las Universidades de Chile y Mayor, que con el financiamiento del Estado, pudieron crear un centro de investigación de excelencia como GERO, que permitirá comprender a cabalidad el envejecimiento y la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Flavio Salazar, Vicerrector de Investigación de la Universidad de Chile agregó que el trabajo científico de GERO permitirá entregar soluciones concretas a nivel global en la materia y cambiar la forma en que la sociedad aborda los temas relacionados con la tercera edad. “Los adultos mayores y sus patologías no son una preocupación exclusiva de la biología. Es necesario crear conciencia de las capacidades y necesidades de este grupo etario, para lo cual es preciso comprender de manera profunda la realidad y lo que es la vida de este sector. Y GERO cumple un rol fundamental en este objetivo. No hay una diferencia entre la ciencia del primer mundo y el trabajo local”.
El factor alimentación
El Dr. Brian Keneddy explica que un buen envejecimiento tiene directa relación con una alimentación saludable. Señala que en EEUU la alta ingesta calórica ha llevado a la población a disminuir la expectativa de vida. “Cada vez la comida chatarra gana más adeptos, dejando de lado el consumo de vegetales, frutas y cereales no procesados, entre otros”.
Agrega que para contrarrestar los efectos de una nutrición deficiente es recomendable realizar períodos de ayuno. “Este proceso siempre ha estado presente en la vida de las personas de manera natural, al dormir ayunamos y el cuerpo comienza a realizar una limpieza orgánica. Se produce una especie de reseteo de nuestro computador biológico. Por lo tanto, es necesario descansar las horas suficientes”.
Aclara además que en pacientes con cáncer, un tiempo de ayuno favorece los beneficios de las quimioterapias porque la personas van a absorber mejor el tratamiento y a disminuir los efectos secundarios. “Las células cancerígenas se alimentan de azúcares y proteínas, y si tú no los consumes ellas se debilitan y no proliferarán, en cambio las células sanas no se verán afectadas por la falta de alimentos. Cuando hay mutación genética el ayuno la detiene”.
Asimismo, cuando el cerebro está con alta actividad o presenta alguna enfermedad, la privación de comida neutraliza su avance. “Es posible realizar diariamente un ayuno programado, ingerir nutrientes hasta un horario determinado y luego dormir el tiempo que nuestro organismo requiere. De esta forma estaremos contribuyendo a mejorar la actividad cerebral”.
Fuente: www.elmostrador.cl
¿Quieres dejar un comentario?