Cristina Bucchi ingresó a estudiar en 2007 odontología de la Universidad de la Frontera (UFRO) y no fue hasta sexto año de carrera que pensó en dedicarse a la investigación.
“Siempre me fascinó estudiar”, confiesa Cristina y recalca que nunca fue un problema para ella en sus estudios. En su último año de carrera escribió un paper básico, el cual fue el primer paso en su camino como investigadora. “Esto se lo mostré a un profesor, a él le gustó y le pareció muy bien que yo me interesara en esto”, relata Cristina.
Al egresar de odontología, ese mismo profesor la invitó a participar de un trabajo investigativo sobre el uso de concentrados de plaquetas para mejorar la integración de los implantes dentales.
Sumergiéndose en la investigación odontóloga
En cuanto decidió dedicarse a la investigación, pensó adquirir herramientas que le permitieran involucrarse en el área. El pregrado tenía poco contenido enfocado en la investigación, por tal, cursó el magíster en Odontología de la UFRO.
Entusiasmada con la línea de investigación, Cristina optó por realizar un doctorado impulsada por la realidad del país “si quieres trabajar en investigación, tienes que hacer un doctorado”, argumenta. Decidió postular a Becas Chile y escogió la Universidad de Barcelona debido que esta se encuentra bien posicionada en el área médica a nivel internacional. Unas de sus principales razones para salir a estudiar afuera fueron: “siempre es bueno cambiar de ambiente y ver qué se hace en otros países”.
En 2014 viajó a España para conocer a la Dra Cristina Manzanares, quien es Directora del Laboratorio de Tejidos Mineralizados de la UB. A Cristina le interesó el laboratorio debido que a ella le gusta el estudio de tejidos duros y hoy la Dra Manzanares es su tutora del doctorado.
Su área de estudio en España se centra en la terapia de endodoncia regenerativa. Relata que en la actualidad el tratamiento de endodoncia extrae el tejido necrosado, desinfecta y obtura físicamente el canal radicular. “Hasta hoy es la mejor opción terapéutica para estos dientes”, comenta. Sin embargo, Cristina hace hincapié en los aspectos negativos de este tratamiento: “la infección bacteriana previa e instrumentación mecánica para el tratamiento terminan debilitando el diente, y por sobre todo el diente continuará desvitalizado”.
Desde la década del 2000 en adelante se comenzó a investigar en profundidad la forma de revitalizar el diente una vez que la pulpa se ha necrosado, ya sea por caries o por traumatismo. La investigación se ha orientado principalmente en pacientes jóvenes y en dientes inmaduros, es decir, aquellos que no han completado el desarrollo de la raíz dentaria. Sin embrago en los últimos años también ha habido algunos reportes en dientes maduros, de personas adultas, aunque con resultados más dispares.
Este procedimiento se realiza aprovechando la presencia de células madres de los tejidos periapicales del propio paciente y su ventaja es que el diente inmaduro, en la mayoría de los casos, se revitaliza y termina su desarrollo radicular. Además de ser un tratamiento mucho más económico.
El problema de este tratamiento está en que aún no se logra regenerar la pulpa con toda su complejidad. Cristina detalla: “la pulpa dentaria tiene varias capas histológicas, cuando se realiza el tratamiento para regenerar la pulpa el resultado es un tejido neoformado que es vascularizado e inervado pero sin la organización de la pulpa original y sin la presencia de odontoblastos, las células formadoras de dentina”. A pesar de esta desventaja en varios países europeos la endodoncia regenerativa ya es el primer tratamiento de elección para la revitalización de dientes necróticos inmaduros.
Su tesis busca aportar conocimiento sobre regeneración pulpar, además de la construcción de un tejido neoformado que sea fiel al original. Para ello realiza estudios en un modelo de experimentación animal. En 2017 participó en una pasantía de 4 meses en la Universidad de Regensburg, Alemania, con un equipo de investigación que centra su trabajo en esta terapia y con los cuales desarrolló estudios in vitro.
Proyección profesional en Chile
Al igual que todos los profesionales que estudian en el extranjero gracias a Becas Chile, Cristina tiene la obligación de volver. Sin embargo, también existe la motivación personal de regresar al país gracias al campo abierto que existe en el territorio nacional sobre investigación odontológica, “hay muchas oportunidades para desarrollarse en la vida académica”, expone.
Sin embargo, Cristina está consciente de las deficiencias infraestructurales con las que cuenta Chile para hacer investigación. “Falta equipar a las universidades para que hagan más y mejor investigación”, recalca Cristina. También declara que faltan oportunidades para que las instituciones contraten a profesionales jóvenes para investigar.
La inquietud de Cristina pasa por formar un laboratorio donde pueda transmitir el conocimiento que ha adquirido en el doctorado a chilenos. La investigadora se ve principalmente trabajando en regiones “quiero retribuir en una universidad que sea pública y regional”, manifiesta.
Por Sabrina Quezada
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