El científico Marcelo Kogan explica que las nanopartículas de oro contienen en su superficie electrones, los cuales pueden interaccionar con la luz de manera tal que empiezan a vibrar con la radiación electromagnética y pueden absorber mucha energía. “Esa energía se disipa y por un lado puede servir para destruir células tumorales o por otro, la dispersión o choque de esos fotones que irradian, puede servir para detectar de una manera muy sensible ciertas anomalías en el organismo”.
“La nanotecnología es una estrategia a pequeña escala, mediante la cual es posible manipular la materia a un tamaño tan ínfimo que no puede ser visto por el ojo humano, es decir trabajamos a un nivel atómico y molecular. Es una ciencia aplicada que puede resolver diferentes problemas en nuestra sociedad y que cada vez cobra más fuerza a nivel mundial. Nosotros estamos realizando estudios para utilizar nanopartículas de oro en el diagnóstico temprano y futuras terapias para combatir Alzheimer y cáncer gástrico. Utilizando este metal en ese tamaño podríamos producir medicamentos que permitan descubrir oportunamente diversas patologías”, explica el Dr. Marcelo Kogan, investigador principal del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas, ACCDiS y Profesor Titular de la Universidad de Chile.
El científico, pionero a nivel mundial en la aplicación de nanopartículas para potencial terapia contra Alzheimer, señala que las investigaciones desarrolladas en ACCDiS están centradas principalmente en la detección precoz –a través de marcadores sanguíneos específicos, que permiten predecir o evaluar el riesgo de padecer cáncer gástrico, y la presencia de agregados tóxicos de la proteína amiloide, en el caso del mal de Alzheimer. Además del desarrollo de nuevas terapias o farmacología destinada a contrarrestar el avance de dichas patologías. Estas declaraciones se realizaron durante el IV Congreso Nacional de Nanotecnología -auspiciado por ACCDiS-, actividad realizada en Olmué y que contó con la participación de expertos de Chile, España, Japón, Italia y Cuba.
“Nuestro objetivo es que a través de nanodispositivos y nanopartículas de oro podamos descubrir precozmente, unos 20 años antes que se manifiesten los primeros síntomas de la enfermedad. Esperamos actuar con antelación y no cuando ya se ha manifestado el problema, cuando el 90% de las neuronas están muertas, en Alzheimer o cuando el cáncer gástrico ya se encuentra en fases avanzadas”.
El Dr. Kogan explica que un tumor se puede observar cuando existen más de cien mil células, a través de las técnicas de imagenología. En cambio, con la nanotecnología y partículas de oro “podrías ver cuando tienes diez células tumorales y no cien mil, que ya es tarde muchas veces. Todo esto por la interacción de la luz con la materia que permite de una manera tener una señal más sensible. Ese es el punto”, señala el Doctor en Química Orgánica de la Universidad de Buenos Aires.
Las ventajas del oro
Marcelo Kogan y su equipo de investigadores de ACCDiS han desarrollado nanopartículas metálicas, en este caso de oro, que permitan detectar la presencia de pocas células tumorales en el organismo y que luego de un tratamiento puedan eliminarse de manera tal de evitar la progresión del cáncer.
El científico explica que las nanopartículas de oro contienen en su superficie electrones, los cuales pueden interaccionar con la luz de manera tal que empiezan a vibrar con la radiación electromagnética y pueden absorber mucha energía. “Esa energía se disipa y por un lado puede servir para destruir células tumorales o por otro, la dispersión o choque de esos fotones que irradian, puede servir para detectar de una manera muy sensible ciertas anomalías en el organismo”.
Es por este motivo que el investigador ha centrado su trabajo en este metal que ya está siendo probado en humanos “existiendo en la actualidad estudios clínicos con buenos resultados para diagnóstico y terapia”, agrega el académico.
El experto destaca que la propiedad de absorber y disipar la luz del oro hace que sus nanopartículas sean más sensibles, favoreciendo la detección de biomarcadores, como en el caso del cáncer gástrico.
Reprimo, el marcador para detectar cáncer gástrico
El cáncer gástrico tiene una alta incidencia en Chile. De acuerdo al Ministerio de Salud es la primera causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres chilenos, ocasionando más de tres mil fallecimientos al año. Durante la primera etapa de la enfermedad prácticamente no hay síntomas, no obstante, una vez que es diagnosticado presenta tumores tardíos en cuya fase alrededor de un 80 por ciento de la población suele fallecer.
“Esta enfermedad se declara cuando el paciente se somete a una endoscopía, cuando hay síntomas y eso ya es tarde. Si antes de realizar ese procedimiento pudiera hacerse un simple examen sanguíneo para detectar la presencia de Reprimo de una manera ultra sensible podríamos mejorar absolutamente el diagnóstico y realizar las terapias preventivas necesarias”, añade el Dr. Kogan.
A través de nanopartículas de oro los científicos de ACCDiS esperan detectar de manera ultra sensible la presencia de un marcador genético llamado Reprimo, el cual aparece en fases iniciales y avanzadas de cáncer gástrico y que fue descubierto por el Dr. Alejandro Corvalán, Profesor Asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica e Investigador Principal del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas.
“El diagnóstico in vitro en cuanto al Reprimo no estamos muy lejos, acabamos de solicitar la patente formalmente y estamos a punto de poder usar, detectar este marcador en las muestras de la cohorte poblacional del Maule, que es el lugar en que estamos realizando las investigaciones. Podemos hablar de un año como plazo máximo”, comenta Kogan.
Enfermedad de Alzheimer
Una de las preguntas que es necesario responder es por qué no han funcionado las terapias para combatir el Alzheimer. La respuesta es que todas las posibles terapias se no se han implementado pertinentemente. “Empiezan a probar los tratamientos, que pueden ser muy promisorios y efectivos, pero muy tarde. Lo que hay que trabajar es en una mejor detección de la enfermedad para hacer esos estudios clínicos en pacientes que hoy día se ven normales, pero que podrían tener este mal. Tú vas al médico cuando ya aparecen los síntomas, entonces ya muchas neuronas están muertas, por lo tanto el tratamiento que tú utilizas es muy difícil que tenga un efecto”, complementa el científico.
En el caso de esta patología los investigadores están analizando -en colaboración con la Universidad Católica, con la Dra. Alejandra Álvarez- los efectos in vivo de estas nanopartículas con modelos transgénicos en fase pre clínica. “Aunque el proceso es bastante largo, hasta el momento hemos tenido excelentes resultados, lo que nos indica que estamos por el camino correcto”, finaliza el Dr. Marcelo Kogan.
De esta manera, ACCDiS se posiciona como un centro científico de excelencia, capaz de investigar las causas de enfermedades crónicas y diseñar terapias y herramientas de diagnóstico, destinadas a generar un impacto positivo en la salud de Chile y el extranjero.
Fuente: www.elmostrador.cl
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