Crisis en la ciencia
Usualmente se nos dice que la ciencia en Chile está pasando por una crisis, que falta institucionalización, que existe una baja inversión en ciencia, tanto pública como privada, que hemos perdido nuestro desarrollo industrial y que no existe innovación. Si sumamos a eso el arribo de capital humano avanzado debido al Programa Becas Chile y la falta de plazas para doctores e investigadores en nuestras universidades, ciertamente la panorámica se ve deprimente. Estamos en medio de una crisis.
Personalmente, me ha tocado ver con mis propios ojos la crisis de la que se habla desde ambas caras de la ciencia, la básica y la aplicada, puesto que estudié Bioquímica en la Universidad de Chile, y desde el año pasado soy co-founder de Novalact Life Sciences, una empresa que pretende posicionarse como líder en soluciones probióticas industriales.
Por una parte, durante muchos años me tocó ser testigo de la falta de recursos en las Universidades tradicionales, y con razón ver a la Academia científica tradicional quejarse de la casi nula institucionalidad, inversión y representación. Recuerdo con regocijo la segunda marcha de científicos en la Plaza Morín en 2013 o a la creación del movimiento ciudadano Más Ciencia Para Chile, nacido en 2010, como respuesta a estas falencias.
Por otro lado, también estoy de acuerdo con los expertos en materia de innovación cuando consignan la falta de inversión en I+D, pues las empresas en Chile no están invirtiendo en ciencia sino que importándola, desaprovechando oportunidades inmensas de crecimiento. Afortundamante esto ha estado cambiando gracias a la nueva Ley de Incentivo Tributario al I+D.
Un poco de estadísticas
Sin embargo, Chile es un país con buena producción científica e innovación a pesar de la precarización de su ciencia y el bajo porcentaje del PIB invertido en la misma. Nos ubicamos en el top 5 de Latinoamérica y en el top 50 del mundo según el SCImago Journal & Country Rank, tanto en cantidad de publicaciones totales por año como en la producción científica per cápita. En lo referente a nuestra ciencia aplicada, nos encontramos en una posición algo menos competitiva pero tampoco tan mala, ubicándonos también dentro del top 50 del Ranking de la WIPO (Organización Mundial de Propiedad Intelectual) en solicitud de patentes. En lo referente a solicitudes de diseño industrial aún estamos lejos de ser competitivos, con el lugar 68 el año 2014. No es novedad que a Chile le falte invertir más en desarrollo tecnológico aplicado a la industria. Aun así, mi pronóstico es favorable.
A pesar de lo anterior, Chile es un país con buena producción científica e innovación. Según el SCImago Journal & Country Rank nos ubicamos en el top 5 de Latinoamérica y nos hemos mantenido dentro del top 50 del mundo, tanto en cantidad de publicaciones totales por año como en la producción científica per cápita. Respecto a nuestra ciencia aplicada nos encontramos en una posición similar, ubicándonos dentro del top 50 en solicitudes de patente del Ranking de la WIPO (Organización Mundial de Propiedad Intelectual). En lo referente a solicitudes de diseño industrial aún estamos lejos de ser competitivos, con el lugar 68 el año 2014. No es novedad que a Chile le falte invertir más en desarrollo tecnológico aplicado a la industria. Aun así, mi pronóstico es favorable.
Las solicitudes de patente emergidas desde nuestro país provienen mayoritariamente de sectores tales como el sector farmacéutico, ingeniería química y biotecnología. Destaca el hecho de que estos sectores estén avanzando en solicitudes de patente, porque implica que en el futuro Chile podría llegar a ser líder latinoamericano en desarrollo de wetware, esto es el conjunto de desarrollos tecnológicos que no forman parte ni del software ni del hardware. El wetware involucra desarrollos tecnnológicos en las áreas de recursos naturales, agroindustria, medioambiental, química industrial, industria farmacéutica, clínica y diagnóstico, biomedicina y biotecnología.
Es tiempo de actuar
Se ha opinado mucho sobre el diagnóstico y concuerdo con que estamos en medio de una crisis. Pero crisis significa oportunidad y la oportunidad requiere de acción. Es tiempo de dejar de quejarnos sobre nuestra situación precaria y falta de incentivos y comenzar a ocuparnos, a construir el futuro con nuestras propias manos. Por ello, el año pasado nos juntamos con otras empresas jóvenes y fundamos lo que actualmente se llama STGO LabSpace, un proyecto comunitario que se transformó en el primer co-work científico de Chile y que pretende ser la acción dentro de un mundo de discusiones.
Hemos abierto nuestras puertas tan recientemente como en enero y ya contamos con más de una veintena de proyectos, la mitad de ellos financiados. Actualmente estamos regionalizándonos, pues tampoco queremos que el protagonismo se lo lleve Santiago en un país cuyos científicos e innovadores provienen de ciudades y pueblos de toda nuestra geografía. Chile puede ser capital de un Hub Global de innovación en biociencias y salir victorioso, con un nuevo ecosistema y nuevos mercados para explorar.
Actualmente en STGO LabSpace se desarrolla wetware en casi todas las áreas mencionadas, desde nanotecnología hasta biotecnología de enzimas o agroindustria. Aún hay mucho por hacer y avanzar, pero avanzamos a paso firme y estamos abiertos a establecer alianzas y colaboraciones, tanto nacionales como internacionales.
Sabiendo que la tasa de retorno a la inversión en proyectos biotecnológicos en Estados Unidos supera a la tasa de retorno a la inversión en proyectos de electrónica, y con la aparición de tecnologías de edición genómica, el auge de las Ciencias Ómicas, el avance de la ingeniería de tejidos, la cada vez mayor consciencia sobre hábitos saludables y alimentos funcionales, y el inicio de la farmacología contra el envejecimiento, estas tasas de retorno serán cada vez mayores y tomarán menor tiempo. Chile puede y liderará estas tendencias globales. Es tiempo de dejar de quejarnos, y comenzar a actuar, entre todos.
Emprendedor científico. Miembro y colaborador de STGO LabSpace
Estudió Bioquímica en la Universidad de Chile. Al egresar co-fundó Novalact Life Sciences, una startup focalizada en el desarrollo de soluciones probióticas. Activista pro-tecnología, ha participado en meetings de prospectiva, organizado simposios para estudiantes promoviendo una cultura de I+D+i desde las ciencias, y actualmente es miembro del STGO LabSpace, un espacio de apoyo al emprendimiento científico de fase temprana.
Suscribete a nuestro newsletter
¿Quieres dejar un comentario ?