Con algas chilenas de la Región de Coquimbo, el doctor Andrónico Neira-Carrillo, investigador asociado al Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (Accdis), está desarrollando tecnología de punta para fabricar una terapia sustitutiva en beneficio de pacientes que han sufrido cáncer de tiroides.
El avance, generado a partir de esta especie marina, consiste en la fabricación y purificación de un material llamado biopolímero de alginato, que puede ser insertado en el antebrazo del paciente -sin generar efectos secundarios-, permitiendo con ello encapsular material biológico necesario para restablecer los niveles hormonales y bienestar del organismo.
Desde el Accdis detallan que este tipo de implante, pionero en el mundo, permite sustituir la función de la glándula paratiroidea, que en muchas ocasiones es extirpada tras la cirugía de cáncer de tiroides.
Beneficios del alga chilena
“Descubrimos que a partir de la purificación de esta alga llamada Lessonia nigrescens, presente en las costas de Coquimbo y África, podemos generar alginato de mejor calidad, un biopolímero de amplio uso comercial que, en este caso, hemos empleado con fines médicos, generando exitosos resultados”, explicó el doctor Andrónico Neira-Carrillo, director del laboratorio Polyforms, primera red de investigación en polímeros creada en el marco del Programa de U-Redes de la Universidad de Chile.
Los estudios, realizados en colaboración con los doctores Pablo Caviedes y Patricio Cabané, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, se realizaron en pacientes que cursan con hipoparatiroidismo post-quirúrgico, “un cuadro bastante complejo, que requiere la administración constante de calcio y en ocasiones, la hospitalización”, según comentó el científico. No obstante, gracias a esta terapia celular, y la encapsulación de tejido de la paratiroides en el alginato, los especialistas lograron replicar la función de la glándula extirpada, que permitió la liberación continua y prolongada de calcio, sin ocasionar reacciones alérgicas o citotóxicas.
“De acuerdo con los resultados obtenidos, consideramos que este material derivado de una fuente natural, representa la mejor alternativa para futuras aplicaciones biomédicas”, explicó Neira-Carrillo, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile. De igual manera, manifestó que esperan seguir masificando el empleo de este alginato en el tratamiento del cáncer de tiroides.
Otros aportes en cáncer
Los polímeros son macromoléculas de alto peso, formadas por pequeñas unidades y su clasificación es de tipo natural, sintético y artificial. Neira-Carrillo se ha especializado en la investigación de estas estructuras con fines médicos y en el campo de la medicina veterinaria, colaborando activamente con el centro Accdis – de la universidades de Chile y Católica de Chile- y, especialmente, al interior del laboratorio de nanomedicina, liderado por Marcelo Kogan.
En dicho escenario, los científicos utilizan tecnología a pequeña escala, con el fin de manipular la materia a nivel atómico y molecular. En el caso particular de Neira-Carrillo, sus aportes con la micro encapsulación y electrospinning, esta última técnica recientemente adquirida en el laboratorio Polyforms, buscan apoyar el desarrollo de nanopartículas y fabricación nanofibras electrohiladas contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares, cuyo método de acción es la destrucción selectiva de células tumorales. También esperan generar matrices para ingeniería de tejidos.
“El uso de micropartículas que incorporen fármacos antineoplásicos como terapia permitirá mejorar notablemente la eficiencia y especificidad sin generar los efectos adversos”, aseguran en el Accdis.
Es así que los investigadores han trabajado en la generación de nanopartículas que utilizan biopolímeros tanto naturales como sintéticos. Uno de estos, a base de polianilina, un polímero conductor que se está utilizando para facilitar la destrucción de células tumorales, a través de terapia fototérmica. En ese campo, los científicos poseen un proyecto de colaboración con los doctores César Barbero y Diego Acevedo en un proyecto bilateral del Programa de Cooperación Científica Internacional (PCCI) Conicyt/MINCyT, con la Universidad Nacional de Río Cuarto, en Argentina. Y además, están desarrollando proyectos de cooperación con el Ministerio de Ciencia y Tecnología del país vecino.
Otra área de interés de Kogan, es explorar las propiedades del alginato chileno, y utilizarlo como material para cubrir cierto tipo de nanopartículas. “Sus propiedades son más biocompatibles con el cuerpo humano, que el polímero utilizado comúnmente en el área comercial, razón por la cual, nos interesa mucho su abordaje en la nanomedicina”, comentó el científico.
Asimismo, precisó que los múltiples aportes de Neira-Carrillo pueden ser fundamentales para el Accdis, beneficiando la creación de terapias efectivas para distintos tipos de cáncer, como el gástrico o de tiroides. Por otro lado, aseguró que gracias a estas innovaciones y nuevas técnicas adquiridas se espera concretar uno de los objetivos del centro, que es la transferencia de nuevas herramientas para terapias y diagnóstico empleando partículas y nanomateriales en medicina, “desde el laboratorio a la sociedad”.
Accdis
El Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (Accdis) es una entidad formada por 200 investigadores de las universidades de Chile y Católica de Chile, con el objetivo de investigar el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, patologías que, en conjunto, afectan a un 60% de la población chilena, constituyendo además la primera causa de muerte en el país.
El equipo multidisciplinario dirigido por los doctores Sergio Lavandero y Catterina Ferreccio –subdirectora- busca identificar las causas de estas patologías, y diseñar terapias y herramientas de diagnóstico destinadas a generar un impacto positivo en la salud.
Los investigadores principales de este centro son: Andrew Quest, Alejandro Corbalán, Sergio Lavandero, Catterina Ferreccio, Marcelo Kogan y Pablo Castro.
Fuente: www.aqua.cl
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