El Ministerio de Salud enumera al menos 19 métodos anticonceptivos, algunos para hombres y otros para mujeres. Sin embargo, la mayor parte de la población utiliza solo unos pocos, principalmente por falta de información.
Los anticonceptivos son de vital importancia al momento de iniciar y mantener una vida sexual activa. Pero pese a que en sus últimos documentos el Ministerio de Salud enumera al menos 19 métodos anticonceptivos, los chilenos solo utilizan unos pocos.
En conversación con T13.cl, Ramiro Molina, médico gineco obstetra, especialista en ginecología infanto juven y profesor titular de la facultad de medicina de la Universidad de Chile, asegura que «solamente la mitad de la población usa un método anticonceptivo, porque hay un grupo importante que no tiene riesgo de embarazo».
Molina se refiere a las personas mayores, las que se han esterilizado o son estériles, cerca de un 20% que no tiene pareja y cerca de un 6% que sí desea un embarazo.
Píldora anticonceptiva: mitos y verdades
«Entre los métodos hormonales, el más popular es la píldora anticonceptiva, utilizada por un 17% de la población», afirma Molina.
Según el documento Normas Nacionales sobre Regulación de la Fertilidad 2014 del Ministerio de Salud, las pastillas tienen un porcentaje de falla de entre 6 y 8% cuando se usan incorrectamente, y de solo un 0,2% si se usan bien.
El Dr. Molina, explica que «el anticonceptivo oral tomado correctamente no tiene fracaso, y las fallas ocurren cuando se toman mal por errores humanos o cuando interactúan con otros fármacos, como por ejemplo los antibióticos».
«Estos afectan la flora intestinal y por lo tanto la absorción de las hormonas de la píldora. La mujer también puede quedar embarazada si tuvo una gastroenteritis que le generó diarrea o vómitos. Entonces ahí quedan dos alternativas, o suspenden las relaciones sexuales o usan condón».
Sobre las complicaciones que puedan generar las píldoras, como el acné, el aumento de peso y otras, el Dr. Molina asegura que todos son mitos que se popularizaron con las pastillas antiguas, pero que las de ahora no generan esos problemas.
Eso sí, advierte que no las puede utilizar cualquier mujer: «Las pacientes que han tenido tromboembolismo, o antecedentes familiares de esto deben consultar con un especialista».
Dispositivos intrauterinos: quiénes pueden usarlo
Molina indica que «un 13,6% usa un dispositivo intrauterino, como la ‘T’ de cobre o la ‘T’ de levonorgestrel. Todos son bastante seguros, pero no totalmente. Tienen una tasa de fracaso de 7%«.
«En el caso de la T de levonorgestrel, la hormona se junta con el polímero, y forman una sola masa, que es el dispositivo. Este se va degradando y así va liberando las hormonas. El caso de la T de cobre es distinto, porque esta impide el metabolismo del espermatozoide, impide que fecunde al óvulo», explica Molina.
El especialista afirma que los dispositivos generan complicaciones cuando la mujer se embaraza tras fracasar el método, y ese embarazo termina en un aborto espontáneo en un la mitad de los casos. Sin embargo, en el 50% restante continúa hasta llegar a término.
Molina también advierte que «si una persona tiene una enfermedad de transmisión sexual no debe usar el dispositivo hasta que esté sana. Si ya tiene el dispositivo debe tratarse la infección, porque se puede complicar hasta que se produzca una endometritis o una infección en las trompas de Falopio».
El condón: cómo utilizarlo de manera correcta
El profesor indica que «actualmente es muy alto el uso del condón, yo calculo que cerca de un 10% de las personas lo utilizan». Su funcionamiento es conocido: el condón cubre el pene, que al penetrar entra protegido por el capuchón, por lo tanto los espermatozoides no toman contacto con la vagina, y quedan alojados en el condón tras la eyaculación».
Pero no todo es tan simple como parece, pues en su uso típico, el condón tiene un 15% de probabilidades de fallar, pero si se usa correctamente, las probabilidades son solo de un 2%.
Molina aprovecha de dar una breve clase de educación sexual: «primero hay que saber cómo se compra un condón, teniendo conocimiento del tamaño del presevativo que se va a comprar, el tamaño se expresa en función del grosor y eso aparece en la parte trasera del envoltorio de cada condón».
«Esto es para evitar que el condón quede demasiado apretado y se rompa. También hay que asegurarse de que esté húmedo. Al manipular el envoltorio y tocar el condón, este debe desplazarse. Si se mueve poco o no se mueve, significa que está seco y que puede romperse».
Molina también indica que se debe colocar cuando el pene está completamente erecto y que tanto el hombre como la mujer deben saber colocarlo. Pero lo más importante es saber retirarlo.
«Luego de la eyaculación, hay que sacar el pene de la vagina cuando todavía está erecto, tomando el condón del extremo más cercano a la base del pene, para evitar que se quede dentro. Luego se saca desenrollándolo, lo haces un nudo y hay que botarlo en el basurero, no en el baño, y por supuesto, jamás reutilizarlo«, explica el ginecólogo.
En cuanto a las complicaciones, el obstetra asegura que son muy pocas y prácticamente no tiene. «Más que nada las alergias al látex, pero también hay condones hechos de otros materiales».
Las inyecciones: duran cerca de 1 mes
«Los utiliza entre un 1 y 1,5% de la población femenina. Luego de comprarlo, un auxiliar o enfermera debe inyectarlo en el músculo deltoides del hombro, la nalga o la zona abdominal».
Este método tiene una duración de entre 30 y 33 días y protege durante todo el mes, evitando que la mujer ovule. No existen inyectables masculinos.
El porcentaje de fallo es del 3%, cuando se utiliza comúnmente y de solo 0,1% si se usa correctamente. «Esto ocurre por la incorrecta colocación o porque no se inyecta en el momento adecuado», aclara Molina.
Sobre las complicaciones, el doctor indica que son las mismas que las de las píldoras orales.
Coito interrumpido: método poco efectivo
Un método muy utilizado por los adolescentes o por personas que no tienen mucha experiencia sexual, aunque Molina indica que según las cifras, solo un 0,4% de la gente lo utiliza. Consiste en sacar el pene de la vagina momentos antes de eyacular, para que el semen caiga en otro lugar y no en la vagina.
Según el especialista, «es un método muy poco efectivo, con una alta tasa de fracaso, de cerca de un 19%. Esto porque cuando el varón saca el pene, generalmente no lo hace tiempo y alcanza a eyacular, a veces eyacula en la entrada de la vagina o cerca de los genitales femeninos».
«El embarazo también puede ocurrir a causa de los juegos sexuales previos, donde pueden haber habido eyaculaciones y luego al introducir el pene ya habían espermatozoides presentes», agrega.
El doctor dice que además de la posibilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual, evidentemente la mayor complicación de este método es el embarazo.
«Los mitos sobre la efectividad de este método se suman a muchos otros, y tienen su origen en que Chile es el único país de Latinoamérica que no tiene educación sexual. Nosotros creamos un curso online gratuito de educación sexual para así evitar los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual».
Por Sebastián Valdes.
Fuente: T13.
¿Quieres dejar un comentario?