En un año marcado por la agenda de género, la experta en geometalurgia e ingeniería de procesos fue escogida para integrar el consejo organizador de uno de los congresos más importantes de minería en el mundo. En exclusiva, nos entrega detalles sobre este nombramiento y nos cuenta cuáles son las tendencias de la industria extractiva para los próximos años.
Moscú fue la ciudad escogida para llevar a cabo el 29º Congreso Internacional de Procesamiento de Minerales (IMPC). El evento se realizó por primera vez en 1952 y reúne a profesionales y académicos de todo el mundo para la presentación de los resultados de las investigaciones científicas más destacadas y la discusión sobre las innovaciones más recientes en minería. Se caracteriza por la diversidad de participantes y tiene como máxima estructura un consejo que utiliza la misma sigla del congreso.
Romke Kuyvenhoven, con estudios de magíster en minería, petróleo y administración de empresas en Holanda, EE. UU. y Chile, fue recientemente nombrada como miembro oficial del Consejo, “es la continuidad del trabajo iniciado por el Prof. Juan Yianatos, Director del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad Santa María, que forma parte del Consejo IMPC desde el 2012. Con mi nombramiento Chile contará con una participación activa en el Consejo por varios años más”, cuenta.
Para el IMPC, Chile es un país interesante debido al gran futuro que tiene la minería, “en algunos países de Europa apenas les quedan recursos mineros primarios, por lo que se preguntan qué harán con todo el capital invertido en infraestructura y tecnología para el tratamiento de minerales y producción de metales y otros elementos con valor económico” indica Romke. Además, agrega que Chile está en la mira porque es un país ideal para aplicar conocimiento y desarrollar tecnologías por los recursos mineros disponibles.
“Participar de este Consejo le abre puertas a Chile pero también es una responsabilidad de cómo posicionarlo en el mundo como corresponde”, concluye.
Pese a realizarse en un lugar tan lejano como Rusia, al evento asistieron 20 chilenos aproximadamente. Para ella eso es emocionante, “hay un aumento considerable en la participación de chilenos en el IMPC con el respaldo de universidades de prestigio internacional. Eso tiene una connotación distinta (…) de a poquito los chilenos van conquistando el mundo”.
CHILE DESDE LA ÓPTICA INTERNACIONAL
En 2014 se realizó la 27ª versión del congreso IMPC en Chile. Al preguntarle por las tendencias en minería en el mundo, Romke indica que a diferencia de otras industrias como la farmacéutica, el sector minero es más bien lento en la incorporación de cambios tecnológicos por lo que las tendencias no evolucionan tan rápido y más bien lo que sucede es una rediscusión de lo analizado en encuentros pasados.
“Hay necesidad por innovar pero la industria minera es muy conservadora (…) En ese sentido, Chile no posee una posición especial con respecto al resto del mundo, pero hay algunas excepciones puntuales, como por ejemplo, el uso de agua de mar”, concluye.
PRODUCCIÓN Y USO DE ENERGÍA DE MANERA EFICIENTE
Romke indica que el IMPC ha puesto especial énfasis en discutir sobre la eficiencia energética, “es más bien por la huella de carbono que implica, y no solo por una tema de costo. Hay una preocupación por el impacto que tiene desde un punto de vista ecológico. Mientras mayor es la eficiencia energética menor es el daño que deja la industria”.
Hace cuatro años los desafíos principales eran tanto la eficiencia energética como el uso eficiente de recursos hídricos, señala la experta, pero en esta versión del congreso IMPC el foco se trasladó más bien al tema energético porque en la medida que la industria es energéticamente eficiente y hay acceso a recursos renovables, el problema del agua se resuelve.
“Algunas tecnologías que hace un par de años fueron presentadas y que permitían procesar sin agua, hoy pierden un poco de validez (…) hay consensos a nivel mundial que a lo largo del tiempo el tema del agua dejará de ser un problema porque habrá como adaptarse a la realidad o llegará el día en que la energía será más accesible a un costo menor”, concluye.
Romke dirige actualmente la línea de productividad de SMI-ICE-Chile, y en esta área están trabajando en eficiencia energética para apoyar a la reducción de la huella de carbono de las operaciones mineras y la disminución en el costo energético asociado a la producción. A través de diversos proyectos buscan que la industria nacional pueda funcionar maximizando el uso de la potencia instalada.
BAJA PRODUCTIVIDAD
Algunos países sobresalen por su baja productividad y Chile es uno de ellos, “productividad es lo que te cuesta en recursos humanos generar una libra de cobre y Chile tiene una ineficiencia laboral (…) pero hay elementos culturales que influyen en esto y que necesitan ser estudiados”, señala la experta.
El último informe “Productividad en la Gran Minería del Cobre” de la Comisión Nacional de Productividad, indica que durante el periodo 2000-2014 el país elevó su producción de cobre pero la productividad del trabajo se contrajo en un 15%. Las empresas de países OCDE tienen en promedio una productividad 2,5 veces mayor a la de empresas chilenas.
La tendencia al parecer es preocupante ya que esa misma curva no se observa en otras industrias, “en la automotriz hace 50 años se necesitaban 20 trabajadores para hacer un auto. Hoy un solo trabajador produce 20 autos porque todo el resto del proceso está automatizado. En la industria minera no ocurre eso”.
LOGRAR QUE LA ESPECIALIZACIÓN EN MINERÍA SEA ATRACTIVA
Un tercer tema en el que los diversos sectores de la industria extractiva coinciden es que la carrera profesional en el sector resulta poco seductora. Pese a ser uno de los sectores mejor pagados aún es un desafío.
“La minería se caracteriza por la necesidad de capital humano especializado pero atrae cada vez a menos personas. Los jóvenes hoy quieren trabajar desde su casa, en un escritorio, en una oficina, en un lugar agradable (…) un puntaje nacional no va a estudiar minería porque la gente le diría qué despilfarro de talento. Eso es una realidad”, concluye.
Romke señala que hay una cierta tendencia a realizar algunas operaciones a distancia y generar desarrollos centralizados en centros de investigación, esto podría contribuir a hacer más atractiva la industria “pero aun así es muy poco ese impacto para enfrentar la demanda”.
LOS DESAFÍOS DE LA MINERÍA CHILENA
Si bien poseer una industria madura trae consigo una serie de beneficios también significa una serie de desafíos, especialmente si vivimos en un contexto donde el avance tecnológico sucede de manera constante y a una velocidad imparable.
La experta indica que ha detectado intensiones desde el gobierno y las instituciones públicas de convertir a Chile en un productor de tecnologías y servicios en la minería. Sin embargo, cuenta que la mayoría de los países que lo han logrado fueron productores mineros que debieron cambiar obligadamente su foco de producción a partir de una necesidad.
“Esa visión, si se puede decir oficialista, de que Chile debería diversificar y ser un país minero más amplio, en el sentido de no solamente ser productor de mineral y concentrado… Estoy de acuerdo, pero difícil de lograr en el corto o mediano plazo (…) para las grandes empresas es poco atractivo invertir en Chile en I+D, e incorporar tempranamente a centros de investigación; todo eso dificulta la relación entre el beneficiario final, que es la empresa minera, y la cuna de investigación que es el mundo académico”, concluye.
Romke también reconoce que existe un enorme potencial en múltiples áreas y en ese sentido será fundamental tener una mirada de largo plazo, “la diversificación de la economía es algo más bien político y económicamente deseable; sin embargo, con el abundante potencial minero que tenemos, veo que Chile aún puede darse el lujo de ser un país productor. Será un desafío diversificar el sector y ser además un exportador de tecnologías y servicios para la industria minera”.
MENCIÓN ESPECIAL
Durante el desarrollo del Congreso, el Comité Organizador de XXIX IMPC 2018 entregó el premio “Young Author Awards” el cual reconoce los trabajos más destacados presentados por investigadores jóvenes de menos de 35 años provenientes de diversas partes del mundo. En esta ocasión el galardón fue entregado al chileno Francisco Reyes, magister en ingeniería eléctrica de la Pontificia Universidad Católica, quien actualmente desarrolla su tesis de doctorado en el Imperial College en Londres.
El reconocimiento, según indica Romke, “es muy importante dentro de la industria y por ende es muy valioso el poder destacarlo y que la comunidad lo conozca. El que un chileno lo haya conseguido no es menor”.
¿Quieres dejar un comentario?