Los científicos, al igual que los demás profesionales, pasan gran parte de su día en sus espacios de trabajo. Por lo mismo, es importante que en estos ambientes se potencie un ambiente positivo, honesto, colaborativo, donde las personas puedan desarrollarse tanto a nivel profesional como personal y sentirse cómodas en este contexto.
El científico Juan Pablo Ruiz nos entrega cuatro recomendaciones para lograr esto y mejorar el ambiente y clima en los laboratorios:
- Fomentar la comunicación honesta y abierta:
Es importante promover cursos e instancias en donde las personas puedan desarrollar y adquirir herramientas para comunicarse de manera efectiva. Un ejemplo de ello son los elementos que componen la Comunicación No Violenta (CNV), concepto desarrollado por el sicólogo estadounidense Marshal Rosenber, que promueve la empatía, la autenticidad, la capacidad de escuchar, entre otras habilidades.
En el sitio web www.cnvc.org puedes encontrar cursos y material bibliográfico sobre la CNV.
- Potenciar la colaboración:
Los equipos funcionan mejor cuando se usan las habilidades de cada individuo para ayudar a los demás y/o para complementar las áreas que necesitan un mayor crecimiento. El individualismo o la competitividad dentro de un equipo no ayudan con la productividad y creatividad al interior de un laboratorio.
- Reconocer y desarrollar las metas y habilidades de cada persona y del grupo:
Se recomienda utilizar herramientas como myIDP para el desarrollo de habilidades blandas, las que pueden ayudar a reconocer las áreas de los proyectos donde el equipo va a ser más exitoso o en las que falta un mayor entrenamiento.
- Apoyar el crecimiento individual de los equipos más allá del contexto laboral:
¿A qué nos referimos con esto? Que cuando una persona se siente apoyada en el cumplimiento de sus metas, más allá del laboratorio, tiene más seguridad en sí mismo para tomar riesgos y continuar con su crecimiento profesional y personal. Esto potencia la armonía dentro del equipo.
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