En innovación y tecnología en Chile.
A Rocío Fonseca lo que le mueve es la sustentabilidad, armar equipos de trabajo y la innovación. Es biotecnóloga y actualmente ocupa el cargo de directora ejecutiva de Start-Up Chile.
Decidió estudiar Ingeniería en Biotecnología cuando la carrera recién estaba comenzando en nuestro país. Entró a finales de los 90’ y encontró un área más aplicada e industrial de esta disciplina en INACAP. Allí desarrolló un interés por los temas ambientales y tecnológicos.
“Hace 15 años atrás nadie estaba pensando en tecnología, en emprendimiento. Yo estudié una carrera que para la época era muy rara y que nadie entendía qué podía hacer. Me llamaban a las entrevistas para ver qué era la biotecnología y cómo podía ayudar, pero no era que necesitaran mi perfil», cuenta Fonseca.
Estuvo diez años trabajando en la Fundación Chile, donde se desarrollo en temas de sustentabilidad al interior de esta organización. Allí se dio cuenta de que lo que le gustaba era armar equipos de trabajo, levantar capital y buscar clientes.
Hizo un máster en innovación y emprendimiento de la Universidad Federico Santa María, y cuando terminó sintió que había cumplido un ciclo, por lo que decidió ir a Estados Unidos junto a su marido a estudiar un Master in Science of Management en el MIT.
También estuvo en Palo Alto trabajando en el centro de emprendimiento de la UC Berkeley: “yo era como una esponja, lo único que quería era absorber y aprender todo lo bueno, lo malo y lo que quería hacerse en Chile”, relata la actual directora ejecutiva de Start-Up Chile.
Con el requisito de las Becas Chile de volver al país, Rocío Fonseca empezó a buscar trabajo en Chile desde EEUU. Le llegó un correo donde anunciaban que el director ejecutivo de Start-Up Chile se iba, no lo pensó dos veces y postuló al trabajo. La entrevistaron por Skype y cuando llegó a nuestro país, al otro día ya había conseguido el puesto. Rocío Fonseca es la primera mujer en ocupar este cargo.
“La experiencia ha sido buenísima, me encanta. El desafío más grande ha sido la cultura chilena, (…) también falta un tema de información, que no es menor, el tema de democratización de emprendimiento, porque no todo el mundo se puede dar el lujo de estar unos meses sin sueldo. Además de pensar en grande, creerse el cuento, el chileno es tira pa’ abajo, y yo estoy muy positiva, viendo el vaso siempre lleno. Pero también por eso estoy aquí, creo en los efectos dominó, en las bolas de nieve, es algo que se contagia”, dice Fonseca.
El rol de Start-Up Chile y los emprendedores que llegaban al programa ha ido cambiando con el tiempo. Antes tenían ente 24-28 años y llegaban con ganas de cambiar el mundo. Ahora, tienen entre 32 a 35 años y la mayoría tiene varios emprendimientos en el cuerpo. Además, explica Rocío Fonseca, “ahora el rol es de impacto socioeconómico: seguir trayendo talento, sea nacional o extranjero, y el perfil del emprendedor que viene es a hacer negocios”.
Para Redbionova es un orgullo saber que una biotecnóloga está a cargo del tremendo desafío que es liderar el equipo de Start-Up Chile.
Por Sofía Kahn.
¿Quieres dejar un comentario?