Con un financiamiento de la Comunidad Económica Europea cercano a los 800 mil euros, el Proyecto INSPIRED reúne a científicos universitarios de Irlanda, Chile y Francia con investigadores pertenecientes a destacadas empresas en el ámbito de la biotecnología o la bioinformática de Alemania, Grecia y Estados Unidos, de manera de ahondar respecto de causas comunes de diversas patologías cerebrales y el diseño de nuevos medicamentos y terapias. Pero, sobre todo, con el fin de formar a las siguientes generaciones de recursos humanos avanzados en un ambiente multidisciplinario e internacional para crear una red virtual con una meta común.
Según explica el doctor Claudio Hetz, director alterno del Instituto de Neurocioencia Biomédica, BNI, este es un fondo internacional altamente competitivo, «que conecta a varios grupos del mundo, por lo general sólo de Europa, que estudian el mismo problema científico pero desde distintas perspectivas. En este proyecto de cooperación internacional, que es bien enfocado y ambicioso en el largo plazo, busca estudiar la respuesta a estrés celular desde la mirada del cáncer cerebral, como es el grupo de Francia; nosotros lo haremos en otras patologías neurodegenerativas que afectan a este órgano. Por su parte, en Irlanda investigan la apoptosis o muerte celular; el equipo de Grecia hace análisis bioinformático, el de Alemania es un grupo de metabolómica y sistemas biológicos y el de Estados Unidos es una empresa biotecnológica que se dedica a desarrollar nuevas drogas o buscar nuevos usos para las que ya existen».
El proyecto se denomina Interfere to Suppress or Promote IRE1, o INSPIRED, y en su presentación señala que su objetivo es dirigir la investigación y la innovación en el ámbito del estrés celular y el desarrollo de drogas para enfermedades neurodegenerativas y cáncer cerebral, formando una red interdisciplinaria e intersectorial de expertos, en la cual cada uno de sus miembros aportará su experiencia única para desarrollar nuevas clases de terapias para estas patologías y así acelerar los avances en el campo. Específicamente, agrega, IRE1 es un sensor de estrés y traductor de señales que se activa por la acumulación de proteínas mal plegadas en el retículo endoplasmático, la máquina productora de proteínas en la célula. Este proceso determina el destino de las células en respuesta al estrés celular: reparar el daño y vivir o eliminar la célula dañada por apoptosis. El equipo tras Inspired se enfocará en entender la señalización aberrante de IRE1 y su rol en la respuesta al estrés celular en las enfermedades ya descritas, generando nuevos moduladores e información preclínica.
«Si todo esto resulta, podremos encontrar estrategias más eficaces para modificar la capacidad de las células de resistir al estrés en el caso de las enfermedades neurodegenerativas, o empujarlas hacia la apoptosis, en el caso del cáncer», explica el doctor Hetz.
Esta colaboración multinacional, añade, formaliza relaciones que ya tenían los laboratorios participantes entre ellos, tal como era en su caso con los equipos liderados por el doctor Eric Chevet, del Institut National de la Sante et de la Recherche Medicale, en Francia, con quien tienen un proyecto de colaboración Ecos Conicyt, o con el doctor Afshin Samali, de la Universidad Nacional de Irlanda, quien es el investigador titular de esta iniciativa. Además, participan los grupos científicos liderados por los doctores Aristóteles Chatziioannou, de la Enios Applications Private Company; Michaël Méret, de Metasusx Gmbh, en Alemania, y John Patterson, de Mannkind Corporation, Estados Unidos.
«Lo más importante es que este proyecto internacionaliza nuestro laboratorio, puesto que va a haber un flujo constante de investigadores entre grupos; por ejemplo, nosotros probaremos los medicamentos que surjan para el tratamiento de las enfermedades cerebrales, lo cual va a implicar que recibamos a gente de Estados Unidos, pero además podremos enviar a alguno de nuestros doctorados más jóvenes a continuar su formación a Francia o a los otros países. Nuestra idea es entrenar científicos en etapas de postdoctorado y estudiantes de doctorado mediante proyectos conjuntos y estadías en varios países, lo que es una gran noticia para la Universidad de Chile», finaliza el doctor Hetz.
Por Cecilia Valenzuela León
Fuente: www.med.uchile.cl
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