Las estatinas son el medicamento más usado en el mundo para bajar el colesterol malo o LDL. Sólo en EE.UU. se suministra a más de 20 millones de personas y se espera que su consumo se duplique en los próximos años, ya que las nuevas recomendaciones médicas las indican como parte de la terapia de pacientes diabéticos y con riesgo de infarto.
René Baudrand, médico chileno del Departamento de Endocrinología de la Facultad de Medicina de la U. Católica estuvo dos años en la U. de Harvard realizando su postgrado y durante ese tiempo se especializó en las hormonas suprarrenales. Así descubrió que una de ellas, la hormona aldosterona (encargada de la reabsorción de agua y sodio desde los riñones) y que causa hipertensión cuando esta alta, se puede regular con el mismo medicamento que se indica para reducir el colesterol y prevenir los infartos al corazón, un efecto de las estatinas que hasta ahora se desconocía.
El estudio de Baudrand, publicada en la revista Circulation, reveló que el uso de estatinas está asociado a una reducción del 30% en los niveles de aldosterona en dos protocolos realizados en humanos.
“Los hallazgos sugieren que sólo algunas estatinas inhiben específicamente la producción de aldosterona de la glándula suprarrenal. Este es un mecanismo nuevo y no tradicional por el que este medicamento impacta positivamente la salud cardiovascular, que es la primera causa de muerte en Chile”, explica Baudrand.
Nuevo efecto
¿Cómo surge la idea? Otros estudios ya habían demostrado que las estatinas podían disminuir la testosterona (otra hormona esteroidal) en el síndrome de ovario poliquístico y tenían efecto en el riesgo cardiovascular. “Se me ocurrió buscar si las estatinas podrían tener un efecto hormonal benéfico extra al colesterol, modulando esta hormona que, dado el consumo de sal actual, está en niveles muy altos. Este efecto descrito es totalmente nuevo y relevante clínicamente, lo que explica que haya sido publicado en la mejor revista cardiovascular”, señala.
Las estatinas que logran este efecto regulador cuando la aldosterona está alta son las estatinas lipofílicas ( simvastatina o atorvastatina). Estos medicamentos lograron la reducción específica de la hormona, sin afectar la producción de cortisol, otra hormona que también es producida por las glándulas suprarrenales, según lo demostraron pruebas hechas en humanos y también en ratones.
“En Chile están casi todas las estatinas, pero las tres más usadas son la atorvastatina, simvastatina (lipofílicas) y la rosuvastatina (hidrofílica). Todas las estatinas más usadas tienen muy buena evidencia científica de utilidad y buen perfil de seguridad, pero la atorvastatina ha demostrado ser mejor en falla cardíaca y protección renal a pesar de ser menos potente que la rosuvastatina. Esto sugiere que hay efectos de las estatinas más allá de bajar el LDL”, insiste.
El próximo objetivo es entender mejor el mecanismo y diseñar nuevas estatinas que bajen el LDL y la aldosterona con mayor efectividad, mejorando la presión arterial y la dislipidemia de los pacientes, dos fenómenos clínicos que casi siempre, van juntos.
Por Cecilia Yáñez
Fuente: Diario La Tercera
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