Comienza aquí, BioVoces

Cuando era estudiante de biotecnología el camino profesional estaba prácticamente trazado… El plan era terminar la carrera, ingresar a un programa de doctorado (ojalá en el extranjero), luego hacer un post-doc (en otro lugar diferente a donde hiciste tu doctorado) y recién ahí pensar en abrirte espacio liderando tu propio grupo de investigación, en Chile o en el exterior. En pocas palabras, terminar la universidad y luego ponerse a trabajar, era algo muy arriesgado y poco frecuente para un biotecnólogo.  Hoy, el camino tradicional de hacer doctorado y luego un post-doc sigue siendo una exigencia si es que quieres dedicarte a hacer investigación. Sin embargo, si lo tuyo es aplicar lo aprendido en la universidad, fuera del laboratorio, ya se han ido consolidando algunas alternativas profesionales que pueden darle sentido a tu carrera, donde puedas contribuir, sin necesariamente tener que convertirte en un ‘científico’.

Curiosamente, estas alternativas fuera del laboratorio se tornan valiosas cuando combinan conocimientos, lenguajes y códigos de otros mundos. Por ejemplo, existe el camino para los biotecnólogos que se especializan en propiedad intelectual; para los que se interesan en asuntos regulatorios (como la gestión de ensayos clínicos en Biomedicina); para los más ingenieriles que les motiva la formulación de proyectos; para los buenos comunicadores también hay espacio en proyectos de divulgación científica; y, por supuesto, para los interesados en combinar ciencia y negocios.

Independiente del camino que uno quiera tomar, lo que es seguro, es que no va a ser fácil, que va a tomar mucho más tiempo del esperado y que los posibles empleadores no se van a pelear por contratarnos una vez que hayamos terminado nuestros estudios y cursos de perfeccionamiento. El ecosistema biotecnológico chileno es tan pequeño que para muchos aún pasa desapercibido. Entonces, ¿cómo crecemos la torta de oportunidades para que más biotecnólogos puedan tener su chance de desarrollarse en lo que les apasiona? ¿Qué podemos hacer – que esté en nuestro alcance- para mantener con vida nuestra industria biotecnológica nacional?

Lo primero, es conocernos y saber quién es quién en nuestro espacio. Lo segundo, es intercambiar información y compartir dudas, inquietudes y oportunidades, en otras palabras, comunicarnos de manera fluida. Lo tercero, es ayudar a otros así como a nosotros nos han ayudado los colegas que salieron al mundo laboral antes que nosotros. Y cuarto, es hacernos conscientes que inevitablemente somos todos embajadores de la biotecnología y que, por lo mismo, tenemos la responsabilidad de darla a conocer, de educar a nuestro entorno y de valorarla y apreciarla, porque sin duda es una disciplina que puede sanar, alimentar, limpiar y darle energía al mundo en que vivimos.

A la luz de estas acciones es que se hizo necesaria hace unos años atrás la creación de un punto de encuentro virtual y real que concentrara sus esfuerzos en compartir información sobre Empleo, Emprendimiento, Financiamiento, Noticias y Eventos relacionados con la biotecnología chilena. Es así como nació Redbionova, un esfuerzo impulsado por un grupo de entusiastas que estamos insertos en el circuito biotecnológico chileno y que por lo mismo, somos capaces de poner a disposición nuestro tiempo y contactos para acelerar las interacciones entre los miembros de la comunidad.

Nuestra historia ha sido una de constantes iteraciones y redefiniciones. Parece increíble que, conceptualmente, Redbionova se estaba gestando en nuestro subconsciente ya en el 2006. Hoy está a disposición de todos y sigue dando de qué hablar con iniciativas entretenidas, útiles y bien implementadas como la que estamos inaugurando ahora.

Desde este momento, le daremos voz a los que antes no tenían donde ser escuchados. No me cabe duda de que este nuevo espacio se llenará de voces, voces de reflexión, de desafíos, de lecciones aprendidas, de inspiración. Independiente de su estilo, todas tendrán un lugar donde florecer… Comienza aquí BioVoces, una nueva sección de Redbionova para plasmar en palabras nuestras ideas.