Anualmente, en el mundo, las Injurias Renales Agudas (IRA) afectan a cerca de 13.3 millones de personas, siendo una afección que se presenta en casi el 40% de pacientes que pasan por unidades de cuidados intensivos, con una alta tasa de mortalidad en adultos. Sumado a esto, los actuales sistemas de detección de IRA son muy lentos, tardando al menos 48 horas en el diagnóstico, con una efectividad del 20%, cifra que se ve agravada por la gran cantidad de falsos positivos que entregan estos métodos (alrededor del 50%).
En términos económicos, el costo de los días cama en las unidades de cuidados intensivos puede ir entre los 1 y 2 millones de pesos, valores que debido al tiempo que toma detectar los casos de IRA impactan considerablemente en la cuenta que deben pagar los pacientes y/o el Estado.
Con la inquietud de reducir estas cifras y lograr tratamientos más oportunos para los pacientes, el Dr. Carlos Irarrázabal, Bioquímico de la Universidad de Chile e investigador de la Universidad de Los Andes (UANDES), consiguió detectar la presencia de moléculas que informan el inicio de la IRA dentro de exosomas renales, microvesículas que funcionan como canales de comunicación entre células. Estas microvesículas, contienen biomarcadores mucho más específicos que los extraídos en los procesos tradicionales y actuales, donde se buscan biomarcadores directamente en la orina.
Así, Irarrázabal fundó Kinostics, emprendimiento de la UANDES que partió con 5 empleados (hoy ya son 11) y que trabaja en la creación de un kit de detección de IRA de manera específica y oportuna, el cual igualmente utiliza muestras de orina, pero la estudia con un proceso mucho más específico.
El Dr. Andrés Boltansky, Investigador Principal Clínico de Kinostics, Tomás Niklitschek, Gerente General de Kinostics, junto al Dr. Irarrázabal presentaron los avances de su proyecto en una reunión que congregó a médicos, especialistas, autoridades de Corfo y otros asistentes en la Clínica Dávila.
Este método fue inicialmente probado en animales, luego en células de cultivo y tras una alianza con la Clínica Dávila, se realizó una prueba de concepto con 176 pacientes que permitió validar la tecnología en 2014. Esta primera prueba de concepto se realizó utilizando un protocolo de laboratorio que tomaba 18 horas en dar los resultados. , Este año, consiguieron bajar el tiempo que toma capturar lo exosomas a una hora. Ahora esperan realizar un análisis comparativo del método tradicional versus su kit de detección para demostrar de forma inequívoca sus ventajas.
“Lo que en la actualidad se conoce es que el exosoma tiene un fenotipo que habla de lo que ha ocurrido en la célula del que se originó, por lo tanto (…) la captura de estos exosomas y la medición del material contenido en ellos constituye un concepto de biopsia molecular, es decir, yo puedo entender lo que le está pasando a un tejido sin hacer la biopsia, sino que en el fluido (en la sangre o en la orina); entonces se pueden colectar estas vesículas y medir lo que está en ellas, y por lo tanto, entender su contenido e interpretar lo que está pasando en un tejido, sin hacer un análisis invasivo”, afirmó Irarrázabal. Actualmente el test de Kinostics se encuentra en su segunda fase de desarrollo, cuenta con el apoyo de Corfo, UANDES y el fondo de inversión Aurus, y las empresas Grünenthal y Andrómaco, entre otros. Además, posee una solicitud de patente del proceso que entró a fase nacional en 12 países. Su competencia más fuerte es un kit desarrollado en EE.UU y aprobado por la FDA que entrega entre un 46 y 53% de falsos positivos, debido a su baja especificidad.
Para finalizar, Tomás Niklitschek aseguró que “al día de hoy no existe un biomarcador para el diagnóstico de la enfermedad y probablemente no vamos a lograr tener productos que efectivamente ocasionen un impacto importante en lo que es el tratamiento a menos que lleguemos con un diagnóstico certero, y eso es lo que básicamente estamos desarrollando nosotros como empresa, un diagnóstico que efectivamente va a cumplir con la necesidad de desempeño y con esto lograr que los pacientes puedan optar a un tratamiento oportuno”.
Por Daniela Abarca
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