Prontamente se darán a conocer los ganadores del segundo programa Acelerador UC liderado por la Dirección de Transferencia y Desarrollo (DTD) de la Universidad Católica. Postularon 15 proyectos ligados a las áreas estratégicas establecidas en el Convenio de Desempeño que la entidad obtuvo en 2013: biomedicina, astroingeniería y educación. Los ganadores serán escogidos por un selecto jurado internacional.
La experta en desarrollo de negocios, emprendimiento, innovación y transferencia, Nancy Levy, viajó desde Boston, EEUU, para participar de la etapa final de evaluación, contexto bajo el que se refirió al estado actual de la biomedicina en Chile y compartió algunas recomendaciones en base a su larga trayectoria como científica y consultora.
«En Chile he visto proyectos con potencial global que tienen el mismo nivel tecnológico que los de Boston u otros lugares, sin embargo, carecen de un ecosistema e infraestructura que les de soporte», afirma.
Por ello propone la creación de dos o tres laboratorios centrales para realizar estudios de prueba bajo los estándares de la Food and Drug Administration (FDA), dándole trazabilidad a los resultados de investigación y evitando los altos costos que implica hacer estos procedimientos en EEUU; además de entregar herramientas para acceder a ecosistemas más desarrollados donde se puedan generar redes y entender cómo se hacen las cosas, para luego volver con ideas renovadas que se puedan transferir a las futuras generaciones.
«Este es un campo muy difícil para quienes están empezando, y muchas veces no saben qué hacer. Por eso es bueno que se genere una red de mentores que den orientación y acceso a redes que pueden abrir nuevos mercados o alternativas de financiamiento. Esto es más importante que entregar dinero, ya que si el proyecto y el emprendedor son buenos, el dinero siempre llega», explica.
En ese sentido, valora el trabajo hecho por Corfo, Conicyt y las universidades, quienes paso a paso han ido contribuyendo en este proceso. «El Convenio de Desempeño es una herramienta fabulosa que ayuda a estudiantes y académicos a pensar la ciencia de una forma distinta. Tal como EEUU, Chile ha empezado a mirar su éxito no sólo por la cantidad de papers, sino que también por la capacidad de generar emprendimientos e innovaciones pensadas en el mercado y la sociedad», finaliza.
Por Francisca Orellana
Fuente: Diario Financiero
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