Estudio, que considera datos del segundo semestre del año pasado, muestra un alto porcentaje de fondos que entregan más de $50 millones.
Una radiografía a los programas e iniciativas que forman parte del ecosistema de innovación chileno fue lo que llevó a cabo la especialista en programas de emprendimiento Josefa Villarroel, en colaboración con el Observatorio de Políticas de Emprendimiento (OPEM).
De acuerdo con su investigación, el año pasado, entre julio y diciembre fueron detectados 80 fondos y concursos con focos en el segmento semilla, los que fueron impulsados por 60 instituciones diferentes, destacando especialmente las fundaciones y el Estado.
Con respecto a los aportes, la recopilación muestra que estos se dividen en tres grupos principales. El primero de ellos -que concentra el 38,75%- es el que se refiere a los premios que no son en efectivo, sino que se traducen en programas de aceleración o formación, campañas de difusión o viajes al extranjero. «El monto referencial de estos premios oscila entre los $2 millones a los $5 millones», explica Villarroel.
El segundo grupo es el de los subsidios estatales, donde los montos se concentran mayoritariamente en más de $50 millones, seguido de cerca por el segmento entre $10 millones y $50 millones.
Finalmente, el informe hace referencia a los concursos que entregan dinero directamente y que representan el 28,75% de los casos. «Más del 50% de los premios asignados en dinero corresponden a montos menores a los $10 millones, que tienen el propósito de entregar recursos para que los emprendimientos desarrollen los primeros prototipos y validaciones comerciales. En este rango en general los premios se acompañan de programas de aceleración y asesorías en un esquema de ‘smart money’ y seguimiento a los proyectos apoyados», dice Josefa Villarroel.
Asimismo, explica que la investigación mostró que se observa que existe una clara tendencia en la especialización en las convocatorias, pues más del 60% de las convocatorias especificaban temáticas o industrias para las cuales se buscaban soluciones innovadoras y escalables. «Lo anterior es una consecuencia del número de convocatorias regionales y nuevos actores privados que lideran las iniciativas», sostiene.
Por Pablo Tirado.
Fuente: El Mercurio.
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