La identificación molecular de Sophora toromiro es parte del reciente convenio de colaboración entre Genoma Mayor y CONAF Isla de Pascua, enfocado en la conservación de la flora nativa de esta provincia insular.
El Toromiro (Sophora toromiro) es mundialmente conocido como la especie arbórea distintiva de este territorio insular. Siglos atrás, el toromiro poblaba las llanuras costeras de Rapa Nui y abundaba en el Humedal Rano Kau, donde era un arbusto predominante. Sin embargo, a principios del siglo XX, la población se redujo a solo un ejemplar que sobrevivía en una escarpada ladera del Humedal Rano Kau, el que finalmente desapareció en la década de los 60.
Hoy este árbol está declarado extinto en estado silvestre, es decir, existe solamente en cautiverio en unas cuantas colecciones botánicas, y conservado a partir de las últimas semillas rescatadas en la isla.
La situación actual del toromiro es particularmente preocupante ya que estos pocos ejemplares han desaparecido en forma paulatina de los jardines botánicos del mundo, durante los últimos años. Y en el caso de Chile, ha surgido un problema adicional: la hibridación sin control de esta especie.
La amenaza de los híbridos de toromiro
Las plantas del género Sophora tienden a cruzarse entre ellas con relativa facilidad, generando híbridos. En el país se han detectado numerosas plantas catalogadas como “toromiro”, pero que morfológicamente difieren de los ejemplares bien documentados y los Rapa Nui reconocen estos ejemplares “falsos”, ya que son plantas que, a diferencia de la especie auténtica, se desarrollan y multiplican con vigor y mucha facilidad.
Hay viveros y particulares que venden plantas y semillas de éstos como si fueran plantas originales de la isla. La venta, incluso, se hace por Internet y así los falsos toromiro han proliferado, amenazando la conservación de este árbol.
Esto representa un problema más para la conservación de esta especie extinta, sobre todo cuando quedan tan pocos ejemplares genéticamente puros. El Centro de Conservación del Jardín Botánico Nacional en Viña del Mar, gracias a esfuerzos continuos durante los últimos 60 años, ha permitido mantener un registro de 33 diferentes individuos de toromiro descendientes del último árbol presente en la isla. Es la única colección a nivel mundial que posee un registro riguroso y confiable, que comienza con el último toromiro silvestre conocido.
Jorge Stambuck, Secretario Ejecutivo del Jardín Botánico Nacional, señala que “trabajando en forma coordinada se podrán lograr los objetivos más importantes, como son el avance del conocimiento del Sophora toromiro y de nuestra capacidad para su rescate, identificación, conservación y reintroducción en su hábitat natural en los ambientes de Isla de Pascua, un desafío país, con nuestra flora y sus pueblos originarios”.
La colección bien documentada del Jardín Botánico Nacional permitió a Genoma Mayor y a CONAF a generar un proyecto innovador capaz de dar un impulso a la conservación de esta especie y combatir el problema de los híbridos.
Esclareciendo la “huella genética” del toromiro
El objetivo del proyecto a desarrollar con Genoma Mayor– especialistas en análisis genéticos de la Universidad Mayor- es obtener una identificación molecular de Sophora toromiro que permita certificar los diferentes individuos existentes en Chile.
De esta manera, se obtendrá una huella genética de toromiro para discriminar las plantas que son auténticas de aquellas híbridas. Además, el proyecto producirá un protocolo para reintroducir solo plantas acreditadas como toromiro en la Isla de Pascua y concientizar al público, instituciones e investigadores sobre este tema.
Por décadas, las investigaciones en torno al toromiro fueron lideradas por equipos extranjeros con limitada continuidad y bajo éxito en términos de la conservación de la especie. Pero esta investigación nacional se suma a recientes proyectos chilenos para aumentar el conocimiento que se tiene de la especie y esclarecer las interrogantes existentes sobre este árbol y las enormes dificultades para propagarlo en su hábitat natural.
Ignacio Muñoz León, Investigador de Genoma Mayor, sostiene que “la visión multidisciplinaria del proyecto, donde se mezcla la genética con la botánica, registros históricos y antropológicos, es una manera en la cual podemos abordar problemas complejos como la reintroducción de una planta extinta. El potencial e impacto que la genética puede tener en temas de conservación es enorme. Es un gran desafío el que tenemos por delante y esperamos que los resultados de nuestra investigación permitan devolverle al pueblo Rapa Nui su árbol sagrado”.
En Isla de Pascua, el técnico de CONAF, Enrique Tucki, indica que “según los resultados del proyecto, podríamos comenzar a dar un giro a la conservación del toromiro y ordenar los esfuerzos de propagación en la isla; pero además, en un contexto ambiental complejo como el que vive nuestro territorio, incluyendo el cambio climático, el convenio con Genoma Mayor marca una forma de trabajar que genera conocimiento a nivel local y nacional que es imprescindible para una gestión racional de los recursos naturales de Rapa Nui”.
Más información
Accede a los sitios oficiales de Genoma Mayor y el Jardín Botánico Nacional para tener más información sobre el Plan Nacional de Conservación del Toromiro.
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